Fue a festejar el Día del Amigo y lo mataron: el crimen de José Calderón
El 21 de julio de 2006, José Calderón fue al barrio Próspero Palazzo para celebrar el Día del Amigo, pero en medio del encuentro advirtieron que un grupo de jóvenes intentaban robar su auto. Calderón salió, ahuyentó a los ladrones pero volvieron armados en busca de venganza. Uno de ellos lo apuñaló, alcanzando la arteria femoral y murió.
Un día que suponía ser de celebración terminó en tragedia para José Calderón y sus seres queridos, cuando un 21 de julio de 2006, re reunieron a festejar el Día del Amigo pero luego de un intento de robo, se generó una gresca y la muerte del joven, al recibir una estocada mortal en el muslo, que afectó la arteria femoral.
El 20 de julio, José concurrió a la vivienda de calle Arturo Tesso al 100, del barrio Próspero Palazzo, para celebrar el Día del Amigo junto a los suyos, pero durante las primeras horas de la madrugada del 21, uno de los presentes observó que intentaban robar el auto propiedad de Calderón, que estaba estacionado en el exterior.
José salió y ahuyentó a los tres ladrones, entre ellos un menor. Éstos, le advirtieron que volverían y hasta lo amenazaron de muerte, pero haciendo caso omiso, tanto José como sus amigos, retornaron al festejo.
Minutos después, los ladrones cumplieron con su promesa, pero en esta oportunidad volvieron con cuchillos escondidos entre la ropa. Al notar su llegada, Calderón volvió a salir, y al increparlos, uno de ellos lo apuñaló en la nalga, dejándolo malherido y antes de escapar le robaron las zapatillas.
Calderón sufrió un grave corte que le afectó la arteria femoral y minutos después provocó su muerte, pese a que fue cargado en un vehículo particular y trasladado al Hospital Regional.
INVESTIGACIÓN, AUTORÍA Y JUICIO
Con los datos brindados por los testigos presenciales y otras evidencias, se pudo determinar la autoría en cabeza de dos residentes de la barriada, Roberto Agüero y Pablo Soto, quienes luego fueron condenados a 9 años de prisión por homicidio simple y un año en suspenso por hurto calamitoso, respectivamente, siendo este último absuelto como partícipe necesario en el homicidio.
Pese a ello, la Defensa de Agüero apeló el fallo ante el Tribunal Superior de Justicia y en 2009 se determinó cambiar la calificación de homicidio simple a homicidio preterintencional, con una pena máxima de 3 años de prisión, en aquel momento, Agüero ya llevaba 2 años y 6 meses de prisión. Así se dictó una nueva pena de 2 años de prisión y se unificó con otra condena por robo, aplicándole 3 años y medio de prisión, sumado a ello, la excarcelación que venía cumpliendo fue convertida en libertad condicional, a su favor, dando por cumplida la pena en 2010.