Golpeó a su expareja y la roció con alcohol junto a sus dos hijos recién nacidos
El agresor fue interceptado en el hospital de Cipolletti cuando pidió asistencia por los golpes que le propinaron su suegro y los vecinos al intentar atraparlo. El violento tiene una prohibición de acercamiento.
CIPOLLETTI (ADNSUR) - Un hecho de violencia familiar conmociona por estas horas a un barrio de la localidad rionegrina de Cipolletti, donde un hombre atacó a golpes a su expareja y luego la roció en alcohol a ella y a sus hijos recién nacidos. Los habría amenazado con prenderlos fuego y además golpeó a los suegros.
El violento hecho ocurrió el viernes por la noche, cuando el hombre fue hasta la casa de la víctima porque se quería llevar a su hijo de dos años. Allí tomó al bebé por la fuerza y se tornó agresivo; golpeó al menor y a su suegra, que lo estaba cuidando, y entonces apareció su ex pareja y comenzaron a forcejar.
La mujer logró poner a salvo a su hijo pero siguió discutiendo con su ex, en presencia de su suegra, quien luego le dijo a la Policía que su yerno agarró una botella de alcohol y la roció a su hija y a sus dos nietos de una semana de vida, amenazándolos con prenderlos fuego.
Según informa LM Neuquén, el suegro estaba hablando con un vecino afuera de la casa y al escuchar los gritos corrió a ver qué estaba pasando. Así fue como encontró a su ex yerno que le pegaba a su esposa, a su hija y a sus nietos. El hombre intervino y se trenzó a golpes con el agresor.
Según la denuncia, el violento rompió una puerta y logró escapar hasta la casa de su madre. Pero los vecinos se fueron encima de él y comenzaron a golpearlo para atraparlo, hasta que se les escabulló de las manos y fue a parar al hospital Pedro Moguillansky, donde pidió asistencia en la guardia.
Mientras tanto, la Policía logró dar con el agresor en el hospital. "En el hospital, el personal lo trata de ubicar hasta que lo encuentra en el sector de Rayos X. Se le puso una custodia y fue detenido", indicaron desde la Comisaría 24.
El hombre, de 38 años, tenía un golpe fuerte en la cabeza y una fractura en un brazo. Permaneció algunas horas demorado hasta que recuperó la libertad por disposición judicial.
Fue notificado de una prohibición de acercamiento hacia la víctima por orden del Juzgado de Paz y se dispuso que la Policía haga rondines en su domicilio.
La prohibición de contacto es de 500 metros por una causa que de forma inicial está caratulada como "lesiones y amenazas". La restricción incluye "actos de hostigamiento, perturbación personal o por cualquier otro medio de manera recíproca", según se informó.
Se esperan las declaraciones testimoniales que tendrán lugar en las próximas horas para que la Justicia pueda tomar para ratificar y ampliar las denuncias realizadas en la comisaría, ya que no estaría muy claro si hubo intención en el acto de salpicar con alcohol a la víctima y a sus hijos; o si fue un accidente en medio de la violenta disputa familiar.