Homicidio en las 1008: alegaron legítima defensa
Concluyeron este viernes los alegatos en el juicio por el homicidio de Mauro Villagra, acuchillado en marzo de 2015. El lunes se conocerá el veredicto.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - A lo largo de la mañana del viernes se desarrolló en sede de los tribunales penales del barrio Roca la tercera jornada del juicio por el hecho acontecido el pasado 13 de mayo de 2015 que tiene como imputado a Cristian Rua y como víctima a Mauro Villagra. Se escuchó la palabra de le médica forense que realizara la autopsia al cuerpo de la víctima, testigos de descargo y se realizó la incorporación de la prueba documental del caso. Finalmente se escucharon los alegatos finales de las partes, donde la fiscalía y la querella solicitaron la declaración de responsabilidad penal en base al delito de homicidio simple para Rua; en tanto que la defensa su absolución por legítima defensa o bien exceso en la legítima defensa.
El tribunal de debate fue presidido por Raquel Tassello e integrado por Miguel Caviglia y Daniela Acuri, jueces penales; por el Ministerio Público Fiscal asistió Marcelo Cretton, fiscal general; la querella en representación de la madre de la víctima fue ejercida por Daniel López; en tanto que la defensa del imputado por Guillermo Iglesias, abogado particular del mismo. Asimismo se encontraban presentes en la sala familiares de la víctima acompañados por profesionales del Servicio de Asistencia a la Víctima del Delito SAVD; y también del imputado.
El fiscal refirió en su alegato que ha quedado probado a lo largo del debate la materialidad y autoría del hecho investigado en cabeza del imputado Rua como autor del delito de homicidio simple. El cual acaeció el pasado 13 de mayo de 2015, a las 01.00 hs. aproximadamente, cuando la víctima Mauro Villagra junto a dos amigos se apersonaron en el sector 5, del barrio 30 de octubre (1008 viviendas) para comprar cerveza y son interceptados por 5 personas entre las que se encontraba el imputado, Cristian Rua. Se produce un enfrentamiento mediante golpees de puño, entre la víctima y el imputado, momento en que Rua extrae un arma blanca y comienza a arrojar puntazos contra la humanidad de Villagra, produciéndole cinco heridas. Una de ellas lesiona el corazón. Luego de la agresión Rua se dirige a un palier y la víctima es trasladada al Hospital Regional donde fallece como consecuencia de las heridas recibidas.
Cretton sostuvo que el motivo del injusto fue la pertenencia barrial y que la pelea no fue grupal, sino mano a mano. No cabe la legítima defensa intensiva por las lesiones que presenta la víctima y el victimario, afirmó el fiscal. Rua no tenía absolutamente ninguna lesión. Sobre la tesis defensiva de legítima defensa el fiscal sostuvo que no hay necesidad racional del medio empleado ni falta de provocación suficiente. La reacción de Rua fue desmedida y desproporcionada y no hubo agresión ilegítima. Por todo ello solicitó se lo declare penalmente responsable del delito de homicidio simple.
Por su parte la querella coincidió con el fiscal en solicitar la responsabilidad penal de Rua en base al delito de homicidio simple ya que la prueba confirmó las circunstancias de tiempo, modo y lugar. Respecto del ataque sufrido por Villagra dijo que fue una “primereada” y que no pudo defenderse de nada. Un testigo presencial sostuvo que ve a Rua extraer de su ropa un elemento cortante. Rechazando la teoría de la legítima defensa ya que no hubo agresión ilegítima ni exceso del medio empleado.
Seguidamente pudo escucharse las palabras de la madre de la víctima que defendió la imagen y dignidad de su hijo, todo este confuso episodio desmembró su familia por completo. Pido que se haga justicia, enfatizó.
A su término el defensor requirió la absolución de su pupilo en base a la legítima defensa o subsidiariamente exceso en la legítima defensa. Aseguró que Villagra fue el que acorraló a Rua en el palier y sus amigos alentaron a la víctima a que acometiera contra él. Hubo una pericia química que arroja que Villagra tenía alcohol y droga en sangre. Su defendido puso haber hecho algo distinto pero lo acorralaron, no lo dejaron actuar, sostuvo Iglesias. Sintió temor por su vida, y frente a una agresión ilegítima se permite que uno se pueda defender. La víctima eligió mal a sus amigos porque no lo cuidaron, concluyó el defensor.