Infierno oculto: se mostraba comprometido con la crianza de sus hijas pero las violaba y lo condenaron a 30 años de cárcel
Su comportamiento fue tipificado como una "máscara de depredador sexual" durante el proceso judicial que condenó a Walter Aníbal Varela por abusar sexualmente de su propia hija y de otra menor que tenía bajo su guarda, a las que además las obligó a tener "sexo no consentido con terceros".
El hombre que vivía en Caleta Olivia, pero había nacido en Corrientes, abusó de su hija y de otra menor que logró sacar de un refugio para menores, a quien sometió desde los 13 hasta los 15.
Durante el juicio - que finalizó el viernes pasado - se estableció el perfil de Walter, quien se mostraba pulcro y comprometido con la crianza de sus hijos, sobre todo con las víctimas menores, pero detrás de ello “se escondía una máscara de depredador sexual", se estableció durante el proceso en su contra.
Se logró comprobar el hombre drogó en varias oportunidades a sus hijas para lograr someterlas, según publica Clarín.
Pese a las acusaciones en su contra, Varela nunca se resignó a ser juzgado, a tal punto que solicitó ser su propio defensor. Ese pedido le fue negado porque se corría el riesgo que en una instancia posterior se requiriera la anulación del juicio.
La investigación comenzó cuando una de sus ex parejas hizo la denuncia y alertó a las autoridades sobre los peligros que corría la menor a la cual, con artilugios legales, pudo retirar de un centro de asistencia de menores.
Uno de los jueces que lo condenó argumentó para su decisión que “sumamente grave resulta el hecho de que en al menos en una oportunidad, intoxicó con bebidas alcohólicas a una menor, luego la filmó y le habría suministrado drogas en otras situaciones” e incluso las obligó “a tener sexo no consentido con terceros”.