Le dieron seis años de prisión por vender droga cerca de escuelas e iglesias
Además deberá pagar 3.000 pesos en el término de 10 días de que quede firme la pena.
PUERTO MADRYN (ADNSUR) - La Cámara Federal de Casación Penal confirmó una pena agravada a seis años de prisión contra un narcotraficante que vendía drogas a escasos metros de escuelas y de una iglesia evangelista en Puerto Madryn. Lo decidieron los jueces Juan Carlos Gemignani, Gustavo Hornos y Mariano Borinsky de la Sala IV, quienes rechazaron así un recurso de casación de la defensa del condenado, Hugo Humberto Ubilla. La sentencia incluye una multa de 3.000 pesos, a pagar en el término de 10 días de que quede firme la pena.
La Justicia probó que comercializaba estupefacientes en su domicilio en Madryn a escasos metros de una iglesia evangélica, en las inmediaciones de una escuela municipal y un jardín de infantes. Efectuaba la mayoría de las transacciones en la reja que separaba la vereda y su vivienda, a la vista del público en general.
ARGUMENTOS
Los jueces tomaron en consideración el aumento del peligro que implicó para la salud pública que los sujetos expuestos de manera tan evidente a la comercialización de estupefacientes se encuentren en situación de mayor vulnerabilidad, por tratarse de menores que concurrían a los institutos de enseñanza y aquellos que se acercaban a la iglesia.
Este fue el reproche mayor establecido en la pena y el argumento del Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia, que ya en noviembre de 2015 sentenció a Ubilla. Los mismos fundamentos esgrimió la Sala IV para ratificar el castigo.
Se acreditó que el condenado, “durante el período que fue desde 6 de abril de 2013 al 5 de julio de 2013”, vendía cocaína y marihuana en su domicilio de Esteban Williams 812 del barrio San Miguel de Madryn.
PROCEDIMIENTO
Allí se le secuestraron a Ubilla “estupefacientes en grueso y fraccionados y elementos destinados a ese fin”. Quedó establecido que “las transacciones se llevaban a cabo en el domicilio” del acusado, ubicado a “escasos metros” de la Iglesia Pentecostal “Templo del Espíritu Santo de Dios”, de la Escuela Municipal número 3 “Celina Balan de Padilla” y del jardín de infantes “Pichi Ñekum”: ambos colegios se encuentran en las inmediaciones de la casa en la que Ubilla vendía los estupefacientes.
TESTIGO
Un testigo identificado como Nicolás Santiago Davies en el juicio realizado el 10 de noviembre de 2014 manifestó que había “una iglesia una casa de por medio” del domicilio del condenado y “a 100 metros una escuela y un jardín a una cuadra más o menos”.
En su testimonio en el juicio oral y púlico resaltó incluso que “niños de la escuela cuando salían pasaban por la casa” de Ubilla, recordaron los jueces de la Sala IV al rechazar el recurso de la defensora pública María Fernández van Raap. Ahora, al condenado sólo le queda el camino de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.