Llevaba casi 700 semillas de marihuana, fue a juicio y lo absolvieron
La Justicia probó que eran ingredientes para cocina y no elementos para comercializar estupefacientes. Lo habían detectado en un control en Gobernador Costa en septiembre de 2016.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - El Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia absolvió a un joven de 29 años que fue sorprendido con 693 semillas de marihuana. Se trata del santafesino Nahuel Andrés, quien iba como acompañante en un camión chileno. La sustancia fue detectada en un control en Gobernador Costa en septiembre de 2016. Se probó que eran ingredientes para cocina y no elementos para comercializar estupefacientes.
El control fue realizado por personal de Gendarmería el 26 de septiembre de 2016 en el km. 1592 de la ruta nacional 40, Gobernador Costa. El camión era conducido por Alex Danilo Carrillo, quien iba acompañado por Andrés, cuyo nombre no figuraba en el manifiesto internacional de carga.
El joven llevaba 693 semillas de cannabis sativa, de ellas 308 con una viabilidad germinativa del 60% y las restantes 385, con un 40% de viabilidad, según detalló diario Jornada.
Nahuel Andrés fue procesado por la fiscal federal de Esquel, Silvina Alejandra Ávila, por guarda y transporte de semillas utilizables para producir estupefacientes. El caso fue elevado a juicio por el juez federal Guido Otranto.
Cuando lo indagaron, el joven dijo ignorar que el hecho de llevar consigo esas semillas violaba la ley y que nunca había estado en una situación similar.
LE REGALARON LAS SEMILLAS
El día del procedimiento viajaba desde El Bolsón, donde realizó un voluntariado una semana en una huerta orgánica, aprendiendo bioconstrucción, permacultura y alimentación vegetariana. Iba a Ushuaia por un tema personal.
Al terminar el curso, Pastor, el dueño de la granja, le regaló un frasco con distintos tipos de semillas de alimentos, incluyendo marihuana. “No las verificó ni manipuló. Su propósito era experimentar gastronómicamente con ellas, salteándolas, macerándolas, en condimentos vegetarianos; creyó que carecían de efectos psicoactivos y las probaría en comidas”.
Andrés trabaja en gastronomía desde los doce años e incluso lo hizo en el exterior. Fumó esporádicamente marihuana a los 16 años pero “cada tanto, no cotidiana ni habitualmente”. Después de su procesamiento “se alejó del todo" y "sólo cocina. Presentó documentación vinculada a sus cursos, carta de recomendación, contrato, libreta sanitaria”.
NO SE RESISTIÓ AL CONTROL NI TENÍA OLOR A MARIHUANA
El gendarme Arnaldo Ledesma, quien estuvo en el control preventivo, indicó que Andrés, quien no se resistió al operativo, "no tenía olor a marihuana sino el aspecto de una persona normal y por el color las separaron”.
Mientras tanto, al camión se le hizo acta de infracción y siguió su ruta, lo mismo que Andrés por su lado.
El juez Enrique Guanziroli explicó que no hay evidencia de que Andrés haya tenido intención de comerciar. “Nada surgió de lo actuado y menos aportó la nula investigación, que ni siquiera oyó al conductor del rodado, ni se preocupó de buscar al dador de las semillas, en su chacra de la jurisdicción”.
“No se le halló dinero que pudiera generar suspicacias, no sólo en alguna cuenta a su nombre, sino en sus enseres en billetes de baja denominación, como suele suceder en el intercambio de droga por dinero al por menor, tampoco se pesquisó en la anterior plaza de su residencia alguna diligencia económica inhabitual que pudiera suscitar sospechas y entonces nada hay que puede involucrarlo en este delito”, indicó.
Consideró que el joven “tuvo la intención y decisión de poseer las semillas, que le habían regalado recientemente, para su propia experimentación culinaria e incluyó llevarlas consigo, como con los utensilios de cocina portados en la ocasión y que enseguida reconoció suyos”.
Las semillas “no iban acondicionadas al modo en que se trasladan comúnmente al por mayor, ni con un elaborado sistema de ocultamiento, simplemente colocadas en su mochila, entre sus enseres personales ambulantes, que exhibió dócilmente a la autoridad, tornan creíbles y verosímiles las circunstancias del obsequio y alejan la afectación a la salud pública y la comisión de un delito”.
Según la sentencia, tampoco todas las semillas tenían capacidad germinativa plena, sólo la mitad, lo que demuestra que su destino era gastronómico y no para la producción ilícita de droga.
Fuente: Jornada