Lo condenaron a 3 años de prisión en suspenso por cultivar marihuana
Un hombre de Comodoro Rivadavia fue condenado a 3 años de prisión en suspenso por guarda de semillas, siembra y cultivo de plantas para producir estupefacientes, además de tenencia simple de cocaína.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - Un hombre fue condenado a 3 años de prisión en suspenso por guarda de semillas, siembra y cultivo de plantas para producir estupefacientes, además de tenencia simple de cocaína. Además, deberá pagar 200 pesos, y para no ir preso, el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia le ordenó 200 horas de trabajo comunitario gratis en una entidad de bien público y someterse a un tratamiento curativo, desintoxicante, educativo y rehabilitante para su adicción a las drogas, con control de un juez.
El 25 de febrero de 2016, durante un allanamiento ordenado por la jueza Raquel Tasello en un departamento de esta ciudad, se secuestraron 420,84 gramos de cocaína, 573,26 gramos de marihuana, 59 plantas de marihuana y 41 semillas, además de elementos de cultivo y producción, balanzas, bicarbonato de sodio y un plato con restos de cocaína.
La casa estaba acondicionada para sembrar y cultivar cannabis sativa. La ley 23.737 sanciona a quien sin autorización o con destino ilegítimo “siembre o cultive plantas o guarde semillas, precursores químicos o cualquier otra materia prima para producir o fabricar estupefacientes, o elementos destinados a tales fines”.
Según el TOF, “59 plantas de marihuana -sin contar las ramas y hojas, semillas de la misma especie que se encontraron- no es una mínima cantidad, supera la dosis personal, y tampoco puede asegurarse que era el único y exclusivo destino”.
Según señalan fuentes oficiales a esta agencia de noticias, el departamento estaba acondicionado para que el crecimiento de los vegetales fuera “excelente”. De modo artesanal instaló lámparas, temporizadores, reguladores de temperatura, ventiladores, transformadores, papel aluminio, fertilizantes, plaguicidas, proyectores artesanales, vaporizadores, microscopios, turbinas, un termómetro de mercurio, etcétera. Así armó el terreno donde sembró y cultivó, para “darle los cuidados necesarios para el éxito de la producción”. Hasta instaló un sistema de cámaras de vigilancia y un medidor de ph.
La altura de las plantas, la estructura artesanal lograda en los espacios destinados, la preparación de los plantines y las semillas con poder germinativo, prolijamente conservadas, evidencian los cuidados prodigados a esa actividad de parte del imputado. “Esto es lo que ha sucedido aquí, se cultivaron plantas con aptitud para producir estupefacientes”, concluyeron los jueces sobre el departamento-invernadero.
En cuanto a su tenencia de cocaína y marihuana, “no se trata de escasa cantidad, atento las dos especies de tóxicos secuestrados y a las dosis que implican”. Se hallaron 573,26 gramos de marihuana repartidos en frascos, envoltorios y en proceso de secado, y 420,84 gramos de cocaína en dos envoltorios y dos balanzas. La cocaína tenía una pureza muy alta, del 70%. “Necesariamente debía estirarse para su consumo, ello es compatible con el hallazgo de una sustancia de corte como el bicarbonato de sodio, y de una balanza digital”.
De las 59 plantas, 23 fueron halladas en un pequeño invernadero de construcción artesanal dentro de un armario revestido de papel aluminio. No superaban los 12 centímetros. El resto tenía alturas que iban desde los 26,5 a los 78 centímetros.
El fallo desliza que el hombre realizaba germinaciones periódicas de no más de 7 u 8 ejemplares para obtener un número similar de cosechas. Había 38 semillas separadas en frascos por especies, y plantas para secado colgadas en el baño.
Según la pericia psiquiátrica, desde los 16 años el sujeto es adicto y requiere tratamiento desintoxicante, rehabilitante y educativo.