Mataron a un joven de 23 años en las Mil Viviendas de Trelew

TRELEW - Un joven de 23 años murió en el hospital luego de recibir dos tiros en una feroz balacera que hubo anteanoche en el departamento donde vivía en las Mil Viviendas de Trelew.

La Policía contabilizó más de veinte disparos de pistolas 9 milímetros y 11.25 que fueron efectuados contra el domicilio del fallecido, en un caso el móvil fehacientemente hasta anoche no estaba del todo bien establecido. Hay dos detenidos y un tercer sospechoso con pedido de captura. El que es buscado porque posiblemente haya sido uno de los que disparó contra la víctima tiene más de 20 años y, según las autoridades, un amplio prontuario delictivo. Los que cayeron presos serían quienes estaban con él y habrían tenido participación en la balacera. Se trata de un joven de 17 años y otro de 19.

A este último individuo lo detuvieron unas horas después del homicidio en el mismo barrio Constitución, gracias al aporte de un testigo que lo vio huir de la escena del crimen en una bicicleta playera. Al otro lo aprehendieron ayer en uno de los cuatro allanamientos que hizo la Policía en distintos sectores de la ciudad. En ninguno de los procedimientos secuestraron armas y se sospecha que las pistolas utilizadas por los asesinos, las tendría el que está prófugo.

EL HECHO 

El hecho ocurrió después de las 22.30 -la noche del lunes- en la Escalera 118 del sector «D» en el barrio Constitución, a un costado de la Escuela 165. La víctima tenía 23 años y se llamaba Iván Odriozola.  A este joven lo corrieron a balazos hasta dentro de su departamento y allí lo hirieron de muerte. Se decía que habían sido tres los participantes en el crimen, y dos armas de grueso calibre las utilizadas para efectuar por lo menos veinte disparos en el lugar. Por lo que se pudo ver en el teatro de los hechos, a Odriozola fueron a ejecutarlo. Afuera de su escalera había al menos siete casquillos tirados en el suelo de calibres 9 milímetros y 11.25. En el acceso, la Policía contabilizó otros cinco, y más en el departamento del fallecido, en el primer piso del edificio.

Se cree que a la víctima la corrieron a balazos desde la planta baja hasta el domicilio, donde las autoridades hallaron un revólver que Odriozola o quien lo acompañaba circunstancialmente durante la balacera, aparentemente no habría alcanzado a usar. El joven, según los investigadores, recibió un disparo en una de las rodillas y el mortal, debajo del omóplato izquierdo, por lo que se piensa que trataba de huir de sus agresores al momento de ser herido de muerte.

Cuando llegó la Policía al lugar, alertada por varias detonaciones de armas de fuego que se habían oído en el vecindario, encontró a Odriozola en el acceso a la escalera, porque hasta allí lo habrían arrastrado algunos conocidos de él, que pretendían llevarlo al hospital en el coche de alguno de ellos, dado que la ambulancia no llegaba, estaba tardando demasiado.

Aunque finalmente fue el vehículo sanitario el que terminó evacuándolo al nosocomio público de la ciudad, donde el muchacho falleció a los pocos minutos de su ingreso a la guardia de emergencias. Cuando lo llevaron desde las Mil Viviendas ya nada se podía hacer por salvarle la vida, porque su estado era crítico, afirmó una fuente policial, al referirse a la situación en la que habían encontrado a la víctima cuando arribó al lugar el primer patrullero.

Unos vecinos del occiso aseguraron que no era la primera vez que iban a atacar a tiros el departamento de Odriozola. Recordaron en ese sentido, que el fin de semana había habido otra descomunal balacera en ese lugar, de la que milagrosamente nadie había salido herido. Ahora: ¿por qué tanta saña? ¿Tanta crueldad? Esas eran las preguntas que se hacían los investigadores en la escena del crimen, llevando el caso hacia un eventual «ajuste de cuentas» por alguna deuda del fallecido con los que -directamente- fueron a asesinarlo.

Fuente: El Chubut