Mujer acusada de matar a su hijo declaró que "la maltrataba"
“Nunca tuve esa intención, solo quise asustarlo”, sostuvo.
TRELEW (ADNSUR) – Este jueves se realizó una audiencia en la que se procedió a la apertura de la investigación, que durará 6 meses, por el homicidio de Jorge Sierra, cuya imputada es la madre de la víctima, ocurrido este miércoles. El juez José Alberto García decidió darle quince días de prisión preventiva a la acusada para realizar una revisión de los elementos del caso.
“No tuve para nada esa intención, solo quise asustarlo”, comenzó diciendo entre llantos la mujer y detalló la forma en que era agredida permanentemente por la víctima. “Hace un montón que estoy pidiendo ayuda por todos lados, sabían que mi hijo estaba mal y nadie me dio solución, tuve que aguantar que me agrediera, que me apedreara, me corría alrededor de la mesa con un cuchillo, saltaba el paredón y a veces las nenas solas”, denunció.
La mujer contó que acudió varias veces al juzgado de familia solicitando la restricción para que no se acerque y la jueza le manifestó que no podía acceder a esto porque el muchacho estaba enfermo. Contó como alguna vez fue castigado con medida de coerción y a instancias de la defensa le dieron prisión domiciliaria, para detallar las exigencias que siempre impuso.
También explicó que a veces acudió a los defensores y reiteradamente debió llamar a la policía ante la agresividad: “El sábado pasado fui a hacer una denuncia, me la pasaba encerrada en casa, lo llevaron a salud mental donde estuvo internado unos quince días, después lo dejaron salir con medicación, pero poco a poco dejó de hacer el tratamiento y otra vez se puso agresivo. Hasta ayer fui a ver al doctor para que hiciera algo, pedía ayuda en todos lados”, señaló.
Respecto al hecho concreto, la mujer narró que el miércoles volvió a la casa donde había dejado a sus hijas menores bajo llave en la puerta, pero él convenció a una de ellas para que le abriera. Cuando llegó, observó la puerta abierta y la víctima sentada en un sillón, y le dijo que se mudaría con ellas. La mujer le manifestó que eso sería imposible ya que no querían tener más problemas. Fue en ese momento que trató de proteger a sus hijas y se fue a la casa de su madre que vive a una cuadra y media para llamar de allí a la Policía. Denunció que fueron cuatro veces las que llamó para que intervinieran, dos por teléfono y las otras oportunidades personalmente junto a su concubino.
Adentro, Sierra comenzó a manipular un arma de fuego y cuando ya las nenas se habían ido a la escuela, quedando solo el más chico de los hijos con la mujer, intentó abalanzarse sobre ella, tropezando con la pata del sillón y perdiendo el arma que fue a parar al piso. Allí, según el relato de la madre, ella la tomó y disparó dos veces, aunque ante las detonaciones el hombre ingresó a la casa y alcanzó a desviarle el brazo cuando disparaba por tercera vez.
“Era mi hijo señor, todo lo que había hecho por él, no fue mi intención, solo quise asustarlo”, dijo. Luego salió afuera y dijo haber revoleado el arma hacia la calle o no sabe bien dónde, llamó a la ambulancia y a la Policía, que entonces sí acudieron en forma inmediata: “Por eso me da bronca, cuatro veces la llamamos desde las 10.30hs y nunca vinieron, se podría haber evitado esto”, reclamó.
El testimonio del concubino de la imputada, único testigo, coincide con el relato de la mujer. La fiscalía consideró que ante la inmediatez de lo sucedido, el hecho debía calificarse como homicidio agravado por el vínculo, que tiene una pena de prisión perpetua, y pidió la apertura de investigación que quedará a cargo de la fiscal María Tolomei y la prisión preventiva correspondiente. Se dio a conocer las declaraciones tomadas y las certificaciones médicas que dan cuenta de dos heridas de arma de fuego.
El defensor Manyauik, luego de pedir que declare la imputada, enfatizó sobre el fracaso del estado para atender a la mujer y el caso del jovn, y amplió sobre lo que consideró el calvario permanente que vivió la mujer y que concluyó irremediablemente en los sucesos conocidos. Recalcó que varias veces había hablado con la víctima tratando que no agreda a su familia pero fue imposible y aseguró que nadie pudo dar una respuesta concreta, incluyendo los cuatro llamados realizados a la Policía ese mismo día. Consideró excesivo privar de la libertad a su clienta, y solicitó la morigeración de la medida con el arresto domiciliario mientras se dilucida el caso.