La investigación sobre la desaparición de Luciana Muñoz en Neuquén, que mantuvo en vilo a la comunidad durante casi 50 días, dio un giro significativo con el reciente hallazgo de manchas de sangre y material genético en la casa y el vehículo de Maximiliano Áviles, el único detenido en el caso hasta el momento. Áviles fue arrestado previamente por mentir a la fiscalía, y ahora se encuentra bajo un escrutinio aún mayor tras el descubrimiento de estas pruebas.
El equipo de la Unidad de Servicios Periciales (USP) realizó una exhaustiva inspección de la propiedad de Áviles, ubicada en la intersección de Calle 11 y Conquistadores del Desierto, en el Parque Industrial de Neuquén. Durante el operativo, se revisó tanto la vivienda como la barbería situada en la planta baja del inmueble. Usando luz ultravioleta, los peritos identificaron tres manchas de sangre, las cuales fueron halladas en la barbería, en el suelo y en la puerta del baño, tanto en su interior como en el exterior.
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Además, en el auto de Áviles, que también fue sometido a un minucioso peritaje, se encontraron muestras de líquido seminal, lo que añade otra capa de complejidad a la investigación. Todo el material genético recolectado fue enviado a un centro de análisis especializado, donde será sometido a pruebas que podrían tomar varias semanas antes de que se determine si coinciden con el perfil de Luciana Muñoz.
El operativo, llevado a cabo entre el jueves 22 y el viernes 23 de agosto, fue motivado por nuevas declaraciones testimoniales que impulsaron a las autoridades a profundizar en la investigación. Durante los allanamientos, también se secuestraron objetos electrónicos de la vivienda de Áviles, que podrían ofrecer más pistas sobre lo sucedido.
Con información de DiarioRN, bajo supervisión y edición de un periodista de ADNSUR.