Obligó a su novia a correr desnuda por un campo y le pegó con una caña de pescar
La víctima encontró refugio en una zanja y llamó a su padre para que la rescatara. El acusado quedó detenido.
Una mujer de la localidad santafesina de Las Colonias fue víctima de un violento ataque por parte de quien era su pareja. Durante la madrugada del viernes 16 de abril pasado y de acuerdo con la denuncia, el hombre la golpeó y la obligó a correr desnuda por un campo mientras la filmaba y le pegaba con una caña de pescar.
Si bien la víctima no sufrió heridas de gravedad, el denigrante castigo que tuvo que soportar llevó al fiscal del caso, Alejandro Benítez, a pedir la inmediata detención de Andrés Roberto Sánchez acusado de “lesiones leves dolosas calificadas por el vínculo y amenazas, cometidas en un contexto de violencia de género”.
De acuerdo con el relato de la denunciante, su pareja empezó a golpearla esa noche cuando ambos iban en un auto en movimiento. En un momento dado, el acusado frenó el coche y la forzó a correr desnuda delante de los faros, mientras le seguía pegando con una caña de pescar, la grababa y le sacaba fotos con su teléfono celular.
En medio de la conmoción, ella logró encontrar refugio en una zanja y cuando se sintió a salvo llamó a su papá para que fuera a rescatarla. Sin embargo, los ataques no habían terminado todavía. Unas horas después, le envió una de las fotos que le había tomado por mensaje junto a una explícita amenaza de muerte.
Según explicó el fiscal Benítez en diálogo con El Litoral, “todo lo ocurrido fue en un evidente contexto de violencia de género y en el marco de una relación de pareja marcada por celos, agresiones físicas, improperios verbales, recriminaciones ofensivas y sin sentido que afectaron la libertad, dignidad, integridad física y psíquica de la mujer”.
En ese sentido, tanto el funcionario judicial como la jueza del caso rechazaron la solicitud presentada por la defensa de Sánchez que proponía “medidas alternativas” a la prisión preventiva tales como otorgarle la libertad bajo la promesa o prohibición de acercamiento, tanto de la víctima como de su entorno familiar, a cambio de una caución real de 400 mil pesos.