Un macabro hallazgo se produjo en el barrio San Benito en Río Gallegos. Un vecino fue quien advirtió los huesos con los que jugaban sus perros. Y la División de Criminalista analiza los restos para determinar su procedencia.
El propietario de una finca en el barrio San Benito, en la localidad santacruceña de Río Gallegos, fue quien encontró los restos óseos el día miércoles. El vecino observó que sus perros jugaban con algo y se acercó para observar más detenidamente.
Rápidamente se dio cuenta que se trataba de un resto óseo y se comunicó con la Policía. El personal llegó hasta el lugar en conjunto con la División de Criminalista que procedieron a secuestrar los restos.
Según publica La Opinión Austral, el material secuestrado fue enviado a un laboratorio donde se buscará determinar el origen.