Piden detener a 26 militares por torturar a soldados en Malvinas
La fiscalía alegó la obligación internacional que tiene el Estado argentino de investigar esos crímenes y solicitó una serie de medidas de prueba.
CAPITAL FEDERAL (ADNSUR) - El fiscal federal de Río Grande, Marcelo Alejandro Rapaport, pidió la detención de 26 militares que estaquearon y sometieron a vejámenes a los conscriptos que se revelaban ante la falta de comida y abrigo que padecían. El pedido de arresto también incluye una solicitud para que los militares sean indagados por delitos gravísimos.
El Monte Longdon fue una zona de muchos enfrentamientos con el ejército británico
Según el relato del fiscal, entre seis y ocho soldados fueron enterrados diez horas hasta el cuello por robar comida y una oveja porque no les daban de comer más que una sopa de agua con cebolla, a pesar de que cuando llegaron las tropas británicas los oficiales les dieron víveres enlatados que guardaban en un galpón.
Mientras estaban enterrados caía aguanieve y había bombardeos alrededor por lo que los soldados estaban totalmente desprotegidos y sentían miedo a morir, lo cual provocó que uno de los soldados llorara toda la noche. Cuando los desenterraron, otro de los combatientes fue sacado en camilla e internado.
ACUSADOS POR 22 HECHOS DE TORTURA
Se trata de los militares Omar Parada, Emilio Terán, Miguel Ángel Garde, Jorge Cadelago, Jorge Luis López, Horacio Vlcek, Jorge Oliver Lugo, Raúl Masiriz, Belisario Afranchino Rumi, Eduardo Gassino, Jorge Ferrante, Jorge Taranto, Emilio Samyn Duco, Jorge Guillermo Díaz, Luis Alfredo Manzur, Raúl Linares, Pablo Hernández, Claudio Tamareu, Jorge Romano, Ramón Caro, Sergio Guevara, Oscar Contreras, Francisco Rivero, Oscar Albarracín, Ramón Leiva y Gustavo Calderini.
El fiscal acusó a los mismos de 22 hechos de torturas ocurridos en la isla Gran Malvina, en el ámbito de la Fuerza de Tareas Yapeyú. Allí se desempeñó el Regimiento de Infantería N° 5 -dependiente de la III Brigada de Infantería-, al que estaban subordinadas cinco compañías militares.
El dictámen indica que la situación de los combatientes era acuciante. En los informes oficiales militares se consigna que la unidad en Puerto Yapeyú (Howard) estuvo bloqueada y aislada por los ingleses, y que no había acceso a víveres secos. Se presentaron cuadros de "desnutrición verdaderamente alarmantes", detalló diario La Nación.
Si bien los informes oficiales no revelan las torturas que ahora denunciaron los soldados, dan cuenta de que "esta situación produjo la evacuación de 70 hombres, la muerte de dos soldados conscriptos -uno en la isla y otro en el continente- y una pérdida de peso promedio del personal de entre 15 y 20 kilos".
Previo a ese castigo, otros compañeros acusados de robar un poncho fueron estaqueados a la intemperie, con ropa liviana mientras nevaba, durante seis horas. Otros sufrieron el mismo castigo por haber cazado un ave que cocinaron para comer. Otros testigos hablaron de estaqueamientos que duraron cinco días y otros dijeron que fueron amenazados con armas y sumergidos en agua helada por quejarse ante la falta de comida.
Los soldados narraron que tras la rendición fueron llevados a Campo de Mayo, donde les prohibieron hablar con la prensa y los sometieron a lo que llamaron el "operativo engorde". La fiscalía alegó la obligación internacional que tiene el Estado argentino de investigar esos crímenes y solicitó una serie de medidas de prueba orientadas al esclarecimiento de nuevos hechos.
También detalló que "los hechos del caso constituyen crímenes contra la humanidad y, por esa razón, están alcanzados por una norma del derecho internacional que desde tiempo antes de su comisión, establece la imprescriptibilidad de este tipo de delitos".