Prendió fuego un pabellón de la comisaría en 2018 y ahora podría volver a la cárcel
El incendio ocurrió medio de un reclamo de presos que exigían que les dejen ingresar una pava eléctrica y un teléfono celular. Las autoridades se negaron y provocaron distintos focos ígneos, pero solo se pudo comprobar la autoría de Diego Armando Jara.
Diego Armando Jara, de 28 años fue condenado a tres años y cuatro meses de prisión en el marco de un juicio oral y público realizado por el incendio de un pabellón de detenidos en la comisaría de Sarmiento, ocurrido el 20 de julio de 2018.
Fue declarado coautor penalmente responsable del delito de incendio en perjuicio de la administración provincial. Asimismo, el magistrado decidió declarar reincidente al imputado ya que tenía una condena anterior de 8 años y 6 meses de prisión por robo agravado.
Como actualmente se encuentra en libertad condicional - de quedar efectiva la pena - deberá volver a cumplir prisión, así pudo saber ADNSUR.
En tanto, el juez dictó la absolución libremente de culpa y cargo para Edwin Nicolás Jaramillo, Mirko Alonso Gallardo, José Atilio Perán, Juan Carlos Barrientos, Ismael Antonio Payahuala, Fernando Adrián Artiles, e Ives Miguel Rodríguez, por aplicación del beneficio de la duda.
EL HECHO
El 20 de julio de 2018, a las 18:45, los ocho acusados se encontraban alojados en el Pabellón Comunitario de personas condenadas que cumplen pena privativa de libertad. Les habían rechazado el pedido de los internos para que los autorizaran a ingresar una pava eléctrica y un teléfono celular.
Los argumentos esgrimidos por las autoridades, se basaron en que esos elementos son considerados peligrosos para la seguridad propia y de terceros. Asimismo, indicaron que están prohibidos por la normativa interna.
en este marco los presos iniciaron una protesta. Usando los colchones, almohadas y ropa de cama, que son provistos por la institución y prendas de vestir de su propiedad, pinturas y papeles, que tenían para realizar artesanías varias, y con un encendedor crearon varios focos ígneos dentro del pabellón y en el patio interno enrejado.
Los condenados dañaron las ventanas que comunican el pabellón con el patio interno enrejado y al ingresar a ese sector, cubrieron la cámara de seguridad con una remera. El objetivo era evitar que el personal policial pudiera tomar conocimiento de esta situación.
Cuando la policía advirtió la existencia del incendio, convocó al personal de turno y a integrantes de otras divisiones. Asimismo, dieron aviso a bomberos voluntarios y autoridades sanitarias. Luego, los uniformados llegaron hasta el patio interno. En ese espacio, pudieron reducir a los condenados.
Los ocho internos, estaban con los rostros cubiertos y ejerciendo fuerza sobre la puerta que comunica al patio de la comisaría. Para la fiscalía, las intenciones del grupo de los ocho, era evadirse. Finalmente, los condenados fueron reubicados, y los bomberos extinguieron el fuego.