Se cumplieron dos años del crimen de Santino, el nene que tiraron desde un acantilado y violaron a su mamá
María fue violada por dos hombres cuando paseaba con su hijo de 4 años. Al pequeño lo arrojaron de un acantilado. El único acusado se declaró culpable, ya que el otro detenido, oriundo de Comodoro, se suicidó en su celda.
María Mercedes Subelza y su pequeño hijo Santino llegaron desde Salta a Puerto Deseado, Santa Cruz, para visitar a uno de sus hijos mayores que prestaba servicio en el Ejército Argentino.
El 20 de febrero de 2020 salió a pasear junto a su pequeño de 4 años por la Cueva de Los Leones . Fue atacada por dos hombres que la llevaron a un sector rocoso, la violaron y la golpearon brutalmente. Y a Santino lo arrojaron por un acantilado. El brutal crimen y ataque conmocionó a todo el país.
Ayer domingo se cumplieron dos años del aberrante hecho. Los culpables fueron identificados como Omar Alvarado ,oriundo de Comodoro Rivadavia, quien se suicidó un mes después mientras estaba detenido; y Javier Machado, quien era menor cuando ocurrió el crimen.
El 24 de agosto de 2021 comenzó el juicio contra Javier Machado donde se declaró culpable, y este año, con la mayoría de edad, esperan que quede firme la pena.
David, hermano mayor de Santino, pidió justicia por su hermanito que lo había ido a visitar. “Mi hermanito no tenía la culpa de nada. No hizo nada malo, apenas sabía hablar”, sostuvo.
“Si me llegan a decir que los liberan o que pueden salir de la cárcel en poco tiempo, no sé qué haría. Estos delincuentes no pensaron en mi mamá y mi hermanito, espero que se haga justicia", pidió a través de sus redes sociales.
EL CRIMEN
María Mercedes y su pequeño hijo Santino habían salido a recorrer el sector costero de Puerto Deseado. Habían llegado desde Salta para visitar al hijo mayor. Cuando caminaban por la zona fueron abordados por dos hombres. Bajo amenaza los llevaron a un sector rocoso , donde abusaron sexualmente de María.
Ella vio el rostro de uno de los agresores y este le gritó al otro que la mataría. "No voy a ir preso de nuevo", habría exclamado, y le golpeó la cabeza con una piedra. Cuando la creyeron muerta escaparon. A Santino lo tiraron por el acantilado y murió por una hemorragia interna.
La comunidad rápidamente se movilizó para pedir justicia y acompañar a María que pese a los golpes y heridas, sobrevivió.