En cuestión de horas, Bariloche fue el escenario de dos violentos asaltos en alojamientos céntricos. Un hombre, que se hizo pasar por policía, fue imputado por robo agravado con arma de fuego, luego de una rueda de reconocimiento que lo vinculó con ambos hechos. Su cómplice sigue prófugo.

El primer golpe: armado y hospedado en el hostel 

El 16 de febrero, entre las 6:50 y las 7:00, un hostel de la calle Otto Goedecke fue el primer blanco. El acusado se había hospedado allí y, junto a otro hombre aún no identificado, irrumpió en la recepción portando un arma de fuego.

Encerraron al empleado en el baño y saquearon la recepción. Se llevaron computadoras, billeteras, celulares, dinero en efectivo y hasta un posnet. Luego, huyeron en una motocicleta.

La fiscalía presentó como pruebas denuncias, informes de investigaciones y actas policiales.

El segundo asalto: entró disfrazado de policía 

Horas después, el 17 de febrero, entre las 2 y 3 de la madrugada, el mismo sujeto y su cómplice golpearon la puerta de una hostería en calle Mitre. Dijeron ser policías y que necesitaban hablar con el dueño.

Cuando este abrió la puerta, irrumpieron a la fuerza, lo encañonaron y lo obligaron, junto con otras personas, a encerrarse en una habitación. Les ataron las muñecas con alambre y, antes de escapar, se llevaron billeteras, documentos, perfumes y celulares. Incluso, forzaron a una víctima a entregarles dinero en efectivo.

El acusado fue asistido por la Defensa Pública Penal, que no impugnó la formulación de cargos ni el plazo de investigación que se extenderá hasta el 19 de junio.

El juez ordenó su prisión preventiva por cuatro meses, argumentando riesgo de fuga y entorpecimiento de la investigación.

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