COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - Este miércoles se concluyó con la segunda jornada de juicio oral y público por el hecho acontecido el pasado 28 de febrero de 2017 que tiene como imputados a  Aldo Ezequiel Camarda y a Maximiliano Brizuela; y como víctima a Walter Leiva.

Varios fueron los testimonios escuchados, destacándose el de la médica forense que practicara la autopsia al cuerpo de la víctima, el del segundo jefe de la Brigada de Investigaciones y finalmente el correspondiente al pericial balístico y planimétrico del lugar del hecho. El jueves a las 8.30hs. se dará continuidad al juicio con los testigos de descargo.

La médica forense Magalí Fuscagni se refirió a la autopsia realizada el pasado 3 de marzo de 2017 y también al examen mental obligatorio que practicó a ambos imputados. La profesional recordó haber tenido acceso a la Historia Clínica de la víctima que ingresa al Hospital Regional con una fractura del parietal derecho, se le realiza un intervención quirúrgica pero evolucionó desfavorablemente y falleció. En su examen encontró dos orificios en el cráneo, el primero en el parietal anterior y l segundo en la región parieto temporal derecha. Asimismo extrajo un cuerpo extraño en la región occipital derecha, el cual preservó con su cadena de custodia y rotuló como “proyectil”.

Seguidamente la forense testimonió sobre las pericias psiquiátricas obligatorias realizadas a ambos imputados concluyendo que al momento de las mismas se encontraban orientados en tiempo y espacio. No presentaban enfermedades crónicas y refirieron consumir sustancias y alcohol. No presentaban signos ni síntomas para sospechar una enfermedad mental, comprendían la criminalidad de sus actos y tenían capacidad para delinquir.

A continuación se escuchó la palabra de tres miembros de Criminalística sobre un informe fotográfico y de dos allanamientos. El de un suboficial inspector de la Brigada de Investigaciones y el de su Segundo Jefe, Pablo Lobos, quién relató minuciosamente la pesquisas iniciales, junto a la fiscal Banfi y al funcionario de fiscalía Olazabal.

Finalmente prestó testimonio Cristian Cayun, por entonces responsable de Criminalística, que refirió a que el lugar del hecho estaba correctamente preservado, con cintas y móviles. Mencionando la posibilidad de un enfrentamiento armado, no se puede descartar, aseguró el perito criminalístico. Concluyendo que el proyectil utilizado para lesionar a la víctima fue calibre 22 largo y que el tirador se ubicaba en un plano superior a ésta, donde se secuestraron las vainas servidas. El relevamiento planimétrico de la escena del crimen arrojó que la distancia entre el tirador y la víctima fue de 35 metros.

Presidió el acto Mariel Suárez, jueza penal, quién junto a sus pares Alejandro Soñis y Martín Cosmaro integraron el tribunal de debate; por el Ministerio Público Fiscal se hizo presente Camila Banfi, fiscal general. Por la defensa de Camarada actuó Viviana Barillari; en tanto que la de Brizuela fue ejercida por María de los Ángeles Garro, ambas defensoras públicas. Por otra parte la sala se encontraba colmada de familiares y amigos de la víctima, acompañados por dos profesionales del Servicio de Asistencia a la Víctima; y también familiares de ambos imputados.

El homicidio de Walter Leiva:

El ilícito ventilado en juicio aconteció el pasado 28 de febrero de 2017, siendo las 7.15 hs, en un pasaje próximo a las calles Adela Small, Los Ciruelos y Gansos Verdes, del barrio Máximo Abásolo. Los imputados Camarda, Brizuela y otra persona más aún no identificada, comienzan a efectuar disparos con armas de fuego, desde la parte alta hacia la baja de la escalera, en dirección a la vivienda de la víctima Leiva. Éste le dice a su mujer que sacaran su hija menor por el peligro, entonces se dirige al patio a encender el auto, que no arrancaba. En ese momento recibe dos disparos en su vivienda y Leiva efectúa dos hacia arriba, en dirección hacia donde se encontraban tirando Brizuela y la tercera persona no identificada quienes disparaban armas de puño. En  ese instante  Aldo Camarda  se desplazó del grupo y se ubicó  más próximo al quiosco de reja, y desde allí busco una mejor posición para tirarle a Leiva momento en el cual uno de sus disparos le dio a Leiva en la cabeza  y al verlo caer comenzó a  efectuar saltos de festejos manifestando: “le di! le di!”. El herido es trasladado al Hospital Regional donde pierde la vida, el 2 de marzo de 2017, por paro cardio-respiratorio por orificio de arma de fuego en el cráneo. Calificando provisoriamente el ilícito como “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”, en calidad de autor para Camarda; y “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”, en calidad de partícipe primario para Brizuela.

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