Solís podía pasar entre 10 y 33 años en prisión

COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - La defensora oficial de Sergio Solís –imputado por el crimen de Domingo Expósito Moreno-, Lucía Pettinari, anticipó la apelación de la decisión del tribunal que responsabilizó a su defendido como autor del delito de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego. Consideró que el argumento deja una "duda insuperable". Confirmó que los imputados (Solís y Nadia Kesen, mamá de la nena que tenían en común con el ciudadano español) no recibirán la pena de prisión perpetua y detalló que la pena, para él, sería de entre diez años  y ocho meses a 33 años y cuatro meses, mientras que, para ella, de cinco años y cuatro meses a 10 años. Además, afirmó que "hubo presión mediática" en la decisión de los jueces, que fue unánime. La pena se conocerá el martes próximo.

La defensora de Solís explicó que los jueces “hicieron lugar parcialmente a la petición que hice al inicio del debate y ante la juez natural de la causa, Dra.  (Raquel) Tasello, que entendía que la calificación estaba mal diagramada y que debía recalificarse. Yo había pedido la absolución de mi asistido por entender que no estaba en el lugar del hecho. Ellos entendieron que la autoría estaba acreditada por una serie de indicios que va a ser materia de recurso para esta parte”, anunció.

Pettinari recordó que la Fiscalía “había acusado a Solís por homicidio doblemente agravado por arma de fuego y cometido con alevosía, que tiene prevista la prisión perpetua. El planteo que siempre hizo esta parte fue que estaba mal calificada fuera cual fuera el autor ya que no se daban presupuestos para aplicar la agravante. El tribunal entendió la misma circunstancia y por eso recalificó por homicidio simpe agravado por uso de arma de fuego. La pena es de 10 años  y 8 meses hasta 33 años y 4 meses”, precisó.

Además, manifestó que “el Tribunal entiende que la ex mujer como el padre se habían comportado falazmente (en sus declaraciones) porque hablaban de un horario que nunca podrían haber especificado. Habrá que ver qué entiende la Cámara. Y hay otro testigo que fue de descargo de la señora Kesen”.

Respecto de la acusación contra Kesen, indicó que la madre de la nena por la que se disputaban la tenencia con Expósito Moreno “tiene un abogado particular que sostuvo que no había un hecho preciso para que se pueda defender. El tribunal reafirma esto, que no hay una acusación válida pero sin embargo interpretaron la prueba y analizaron si había participación criminal y entiende que la hay secundaria como una complicidad psíquica hacia Solís para que cometa el ilícito”.

“Es como terminar de conformar la voluntad del autor del hecho, hacerle aportes psíquicos para terminar de tomar la decisión que ya tiene tomada. Con 21 llamadas telefónicas que hubo ese día entienden que influían psíquicamente en la persona de Solís para que termine de cometer el ilícito que ya tendría decidido hacer”, resumió Pettinari y añadió: “Yo creo que no se sabe el contenido de las llamadas porque no estaban intervenidos los teléfonos y no eran mensajes de texto. Es subjetivo. Entienden ellos que esas 21 llamadas tienen que ver con el hecho de darle muerte a Expósito Moreno”.

Subrayó en contacto con el periodista Luis Dancheff, de La Cien Punto Uno, que “ahora vamos a ir a discutir una pena concreta que irá de los 10 y 8 meses a los 33 y  4 meses”, para Solís, y, para Kesen, “de 5 años y 4 meses a 10 años”. Para ambos queda descartada la posibilidad de la perpetua, afirmó la abogada.

Afirmó que “de parte de la defensa de Solís haré una impugnación ante la Cámara en lo Penal y el Dr. (Guillermo) Iglesias –defensor de Kesen- también realizará la misma”.

Opinó que éste “fue un juicio muy largo, con muchos testigos; creo que estaba dividido en dos: de toda la cuestión de la niña previa y todo lo que ocurrió después del hecho. Es como que vivimos dos juicios paralelos. Hasta ayer fueron jornadas extensas que no son usuales en el ámbito tribunalicio acá. Fue un veredicto muy largo. Entendieron que por la magnitud del caso y toda la prueba a analizar y las distintas calificaciones”.

Finalmente, consideró que “tuvo un poco de influencia” la presión social “más que nada en el caso de Kesen. Creo que hubo presión mediática por la cuestión tan sensible de la niña”, concluyó.