Sospechan de una criptomoneda "auspiciada" por famosos: su dueña es de Comodoro
Es la madre de un hombre condenado por una estafa en Buenos Aires y que está siendo investigado en Chubut por "La Gran Estafa de Gaiman". La empresa está inscripta en AFIP como local de venta de electrodomésticos.
Investigan una criptomoneda "auspiciada" por celebridades argentinas. Se trata de Vayo Coin, un token digital creado por Vayo Business que se ofrece como un escape de los problemas inflacionarios del mercado argentino, pero también como un modo de conservar el valor de los ahorros obteniendo ganancias del 135% en nueve meses presentando solo el DNI.
Tras el pedido de detención de Leonardo Cositorto, CEO de Generación Zoe, se abrió un nuevo debate en redes sociales sobre otros emprendimientos que han surgido en el último tiempo promocionados por famosos.
El economista Luciano Muth advirtió de esta situación a través de sus redes sociales compartiendo imágenes de las celebridades promocionando de manera directa o indirecta, a la criptomoneda. "A diferencia de Zoe. Acá hay MUCHÍSIMA más deliberación en el armado de la estafa. Hay recursos para pagar a los más famosos del país, gente con autoridad, cualquier cosa que promocionen tiene peso. Su moralidad da igual, acá hay perjuicio a la sociedad y será denunciado ante Comisión Nacional de Valores", expresó en su cuenta de Twitter.
En las imágenes advertidas aparecen desde Marcelo Tinelli, hasta sus hijas Micaela Tinelli y Candelaria Tinelli. También se encontraron otros famosos: tal es el caso de una primera figura como Susana Giménez y otras celebridades que participaron de distintos eventos organizados por la empresa. Ese es el caso de Marcelo Polino, Jimena Barón, Mica Viciconte, Zaira Nara, José María Listorti y L-Gante, entre otros.
Según una investigación realizada por Perfil en julio, "Vayo Business es una sociedad anónima que se creó en noviembre del 2011 cuyos accionistas son Ana María Lavitola (que tiene un 95%) y Matías Ezequiel Mansilla (que tiene un 5%). Ambos declaran domicilio en Comodoro Rivadavia y con solo googlear el nombre de la socia mayoritaria se enciende una primera alerta: el hijo de la mujer, Leandro Usín, fue condenado primero por la Justicia porteña a tres años de prisión por 15 hechos de estafa y en 2019 comenzó una investigación en la Justicia de Chubut que los medios locales titularon como ‘La gran estafa de Gaiman’".
Según lo que se pudo conocer hasta el momento, Vayo está en la mira del Banco Central de la República Argentina (BCRA) porque la empresa no está registrada en la Comisión Nacional de Valores, un requisito clave para este tipo de operaciones.
Pablo Flores, el representante legal de la firma, afirmó que esto se explica en que la compañía, en realidad, es una tienda. "Vayo Business está en un holding de empresas, no es solamente Vayo Business S.A. Por eso lo de la Comisión Nacional de Valores. Son otras las empresas que regulan la parte de la CNA. Vayo Business, básicamente, lo que hace es comercializar productos electrónicos. Para toda la otra parte, hay otras empresas involucradas", afirmó Flores en Forbes Argentina recientemente.
Según informó Muth, en la AFIP la empresa está inscripta bajo el objeto de empresa de venta de electrodomésticos. En el Banco Central, tiene deudas por 8 mil pesos bajo una Sociedad Anónima.
Para los especialistas, estas promociones se tratan de un nuevo tipo de estafa porque "cualquiera que opera en cripto sabe que no hay un horizonte de ganancias con certeza por la volatilidad con la que se manejan este tipo de operaciones".
CÓMO FUE "LA GRAN ESTAFA DE GAIMAN"
Leandro Usin tiene antecedentes de fraude en Santa Cruz y Comodoro. Fue detenido en 2019 tras una investigación por haber emitido cheques sin fondos y acumular una deuda millonaria con trabajadores gastronómicos.
Cambiando su apellido por "Rodriguez", comenzó la administración de un restaurante en Gaiman, que tras su llegada comenzó a llamarse Bartolomé Restobar. Pero el proyecto que prometió nunca se realizó, incumplió con los pagos prometidos a incluso libró cheques sin fondo a los empleados.
Esos mismos cheques los había negociado también con los proveedores, logrando que el local se mantenga funcionando durante un par de meses, y desapareciendo luego con el dinero de esas ganancias.
Con información de Ámbito