Tenía una “cardiopatía que no puede influir en bronco aspiración”
Lo aseguró el cardiólogo que le realizó un ecocardiograma.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) – Este martes a la mañana se concretó la segunda jornada del juicio oral y público por la muerte del bebé de 35 días en la Guardia Pediátrica de La Española y que tiene como imputados a los doctores Hugo Mantuano y Roxana Barrientos. Se oyeron cinco testimonios entre los cuales se destacó el de un médico neonatólogo que ayudó en la reanimación del niño en la guardia y el de una pediatra encargada del Servicio de Internación Pediátrica de La Española, quien explicó que es el médico tratante el que informa si el niño necesita internación. Detalló que el Servicio de Pediatría de la Española es “de baja y mediana complejidad por lo cual excluye a todo paciente con riesgo de muerte”. El cuarto testimonio fue el de un cardiólogo que realizó un estudio de ecocardiograma al menor debido a una comunicación interauricular chica que tenía. Dijo que la afección es normal en chicos y que generalmente tiene una “excelente tolerancia”. Aseguró que era una “cardiopatía congénita, no cianosante”; y que dicha cardiopatía “no puede influir en un cuadro de bronco aspiración masiva”. El fiscal y la familia del bebé piden cuatro años de cárcel para los médicos acusados.
El primer testimonio fue el de un médico neonatólogo, que realiza guardias en la UTIN (Unidad de Terapia Intensiva Neonatológica), del Sanatorio La Española, quien recordó tomar la guardia aquel día, a las 16.00 horas y después de las 20.00 horas recibe un llamado dela Dra. Barrientos para internar a un paciente de más de 40 días de nacido. Le contestó que debía solicitar permiso al Jefe del Servicio UTIN, quien le contesta que no había posibilidad ya que la UTIN recibe sólo menores de un mes. Entonces recibió una llamada de guardia informándole que había un bebé en paro. Bajó hasta la Guardia y cuando ingresó al Shock Room, estaba el paciente en la camilla entubado y entre los médicos Barrientos y Lando, junto a dos enfermeros le realizan masaje cardíaco. Recordó que “Landó pasó a masajear y yo a ventilar, se le administraron drogas y a los 15 minutos se constató el óbito”.
Seguidamente, prestó su declaración una médica pediatra, responsable del Servicio de Internación Pediátrica de La Española. Rememoró que tomó conocimiento del hecho por los colegas y respecto del procedimiento para el ingreso de un niño dijo que es el médico tratante el que informa si necesita internación. El Servicio de Pediatría de la Española es de baja y mediana complejidad por lo cual excluye a todo paciente con riesgo de muerte. Para realizar un diagnóstico del menor se debe realizar un examen físico general, cardiovascular, respiratorio, se evalúa la actitud del niño, un examen global y neurológico, aseguró.
La tercera testigo fue una particular que en el momento de ocurrido el hecho estaba atendiendo a su hija en una habitación contigua en la Guardia. Recordó que vio a una señora con un bebé dentro de una sala. Luego le pusieron suero a su hija y se quedó bastante tiempo con ella. Luego escuchó gritos, llantos y corridas. Se asomó y ve al bebé con una máscara de oxígeno que le tapaba toda su carita y que el oxígeno se escapaba por todos lados. Luego escuchó que unos enfermeros comentaban “se nos fue el bebé”.
El cuarto testimonio fue el de un cardiólogo que realizó un estudio de ecocardiograma al menor Nicolás Russo, debido a una comunicación interauricular chica que tenía. Dijo que la afección es normal en chicos y que generalmente tiene una excelente tolerancia. Aseguró que era una “cardiopatía congénita, no cianosante”; y que dicha cardiopatía “no puede influir en un cuadro de bronco aspiración masiva”.
El tribunal unipersonal de debate fue integrado por Alejandro Soñis, juez penal; por el Ministerio Público Fiscal se hizo presente Adrián Cabral, fiscal general; en tanto que la querella fue ejercida por Eduardo Villafañe y Mariana Mongelos. La defensa de los imputados fue ejercida por Miguel Criado, abogado particular de los mismos.