Tiene 11 años y evitó que le robaran a su vecina
El pequeño vio cuando un hombre entraba a la casa de una abuela que vive al lado de su casa. Le avisó a su papá y sacó al ladrón de los pelos. Ocurrió en Cipolletti.
CIPOLLETTI (ADNSUR) - Ciro tiene 11 años y evitó que le robaran a una abuela que vive al lado de su casa en la localidad rionegrina de Cipolletti. El pequeño había visto al ladrón ingresar a la vivienda de su vecina y enseguida le avisó a su familia. Entró corriendo, subió las escaleras y le dijo a su padre.
Era la primera vez que Ciro salía a comprar algo a la despensa que está a escasos 20 metros de su domicilio. El martes cumple 12 años y su familia se animó a dejarlo que haga solo un mandado. Fue ahí cuando vio al ladrón y alertó a su papá, quien de inmediato corrió a la casa de Olga, donde encontró al delincuente entrando por una ventana.
"Olguita es muy querida por nosotros. Una persona mayor de 70 años, enfermera jubilada, que no está bien de salud. Estamos pendiente de ella todo el tiempo", contó Federico, el papá del nene, más conocido en el barrio como el dueño de Moto Box, un comercio que está vigente hace 19 años, más todas sus acciones solidarias.
El ladrón ya había forzado un portón de rejas, al que seguramente palanqueó con alguna herramienta que no fue hallada en el lugar. Luego, levantó la persiana, abrió la ventana y se metió.
"Cuando Ciro me dice que le estaban por robar a la abuelita, salí volando para allá. Ya estaba ingresando a robar. Lo agarré de los pelos y me dice: ´Vengo a ver a mi abuelita´. Yo le di un golpe, se quiso escapar, pero logré reducirlo a mitad de la calle. Le grité a un hombre que estaba en la despensa para que llame a la Policía. Mientras tanto, forcejaba conmigo y yo lo tenía trabado en el piso", relató el vecino a LMCipolletti.
Vio que los autos pasaban y nadie paraba, tal vez porque la situación a simple vista se asemejaba más a una pelea callejera. Pero la Policía llegó enseguida y esposó al delincuente. Ocurrió en la calle Don Bosco, entre Arenales y Esquiú.
"Nos llaman alrededor de las 20.30 por un presunto disturbio. Va el móvil y advierte que varios vecinos habían golpeado a otro sujeto. Le gritaban y lo insultaban. Con esta situación se encontró el personal. Luego, se constata que había cometido un intento de robo. Ahora le están formulando cargos por ese hecho", comentó el jefe de la Comisaría 24, Javier Yáñez.
Tiene 33 años, reside en Cipolletti y es conocido en el ambiente delictivo. Andaba en una bicicleta, la cual dejó apoyada a un costado de la casa, donde sería la entrada para un auto.
"En ese momento no pensé si estaba armado. No pensé nada. Era la abuela, y lo que más me trabajaba la cabeza era lo que podía hacer con ella", confesó Federico.
El ladrón le pedía que lo dejara ir. "No tengo trabajo, amigo", le decía. Pero no había nada que pudiera doblegar su voluntad, ante la sola idea de lo que podría haber hecho con Olguita. "Cómo se te ocurre entrar a robar a la casa de una abuela. Qué le ibas a hacer", le preguntaba Federico en los momentos de mayor tensión, mientras trababa sus piernas, con todas sus fuerzas, y el ladrón luchaba para escapar.
Cuando el peligro pasó y se lo llevaron detenido a la Comisaría 24, Federico, su esposa y su hijo entraron a la casa de Olga para ver si se encontraba bien. Entonces, Ciro y la abuela del barrio se abrazaron y lloraron juntos. "Me pareció hermoso verlos así, después de lo que pasó", dijo Federico.
Fuente: LMNeuquén