Tiraron una “bomba casera” frente a la casa del juez Bonadio
Un joven arrojó un paquete explosivo al patio de la vivienda, en Belgrano, tras lo cual fue interceptado por la custodia del magistrado.
CAPITAL FEDERAL - Un joven arrojó un artefacto explosivo contra la casa del juez federal Claudio Bonadio, en Belgrano, y minutos después la Policía lo hizo detonar. El atacante, un joven argentino de 26 años identificado como Marco Viola, quedó detenido por la custodia del magistrado. Sería un militante de "grupos anarquistas".
Según fuentes policiales, el episodio ocurrió pasadas las 19, en momentos en que el juez que investiga la causa de los cuadernos se encontraba en su domicilio.
El sospechoso tiró al patio delantero de la casa un artefacto incendiario con un caño de 25 conjuntamente con dos tubos de gas butano y un desodorante, que se accionaba con una mecha. Luego intentó escapar, pero fue interceptado a pocas cuadras en la calle Mendoza, detalló Clarín este jueves.
"La bomba era casera, pero tenía un grado de sofisticación importante, no era como el resto. Tenía más sofisticación y más poderío", aseguró Marcelo D'Alessandro, secretario de Seguridad porteño.
El artefacto explosivo había quedado junto al vehículo de Bonadio.
"Escuché la explosión y me fui. La Policía gritaba que corran. Para mí es una amenaza clara", dijo Mariana, una vecina de la zona, en declaraciones al canal C5N.
En el lugar se desplegó un gran operativo y trabajó la brigada de explosivos, que hizo estallar el paquete sospechoso y además verificó la posible aparición de otros artefactos.
El juez Bonadio investiga entre otras causas el entramado de los cuadernos escritos por Oscar Centeno, chofer del ex número dos del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta.
El expediente ya cuenta con 47 procesados, entre los que se destacan Cristina Fernández de Kirchner y Julio de Vido.
Unos 26 empresarios, políticos y hasta el propio Centeno declararon como "arrepentidos" ante la Justicia y contaron cómo funcionaba el circuito de la corrupción kirchnerista en la obra pública.
Fuente: Clarín