Tomates podridos y grasa de litio, el método narco para engañar a los perros antidrogas
La banda narco transportaba 408 kilos en un camión desde Salta a Buenos Aires, pero fueron detenidos en un segundo control en Santiago del Estero.
SANTIAGO DEL ESTERO - Un camión con 408 kilos de cocaína fue detenido este miércoles en Santiago del Estero, después de haber sido revisado en Salta, y que iba en dirección a Buenos Aires.
El vehículo cargado había salido de Colonia de Santa Rosa, en Orán, Salta, y gendarmes lo esperaron en El Naranjo gracias a un dato de “inteligencia” que afirmaba el transporte que iba adentro.
Pero los perros antidrogas no encontraron absolutamente nada y tuvo que seguir viaje. El juez federal de Orán Gustavo Montoya no se quedó de brazos cruzados y el camión Mercedes Benz con acoplado fue demorado por segunda vez en Santiago del Estero.
Allí sí encontraron lo que estaban buscando: 408 kilos de cocaína boliviana, que constaba de 389 ladrillos, estaba distribuida en 16 cajones.
¿Por qué fallaron los perros antidrogas? “La cocaína había sido ubicada en el centro de la carga y estaba toda rodeada de cajones y cajones de tomates podridos. Además, encima de ellos, donde estaba la droga, habían colocado grasa de litio. Estas dos cosas hicieron que el olfato de los perros antidrogas fallara”, dijeron a Clarín fuentes del caso.
Además, la banda narco también envolvió los cajones con cocaína en papel aluminio, para eludir los escáneres, y el chofer llevaba $100 mil en efectivo en caso de la necesidad de realizar una coima. “Al momento de su arresto, tenía una bolsa con más de 20 llaves de vehículos, cerca de 110.000 pesos y 2.700 dólares”, informaron los voceros.
Gendarmería detuvo a un empresario frutihortícola de Colonia Santa Rosa (Salta), señalado como líder de la banda, y se secuestraron también casi tres millones de pesos y 40.000 dólares.
Todo apunta a que el camino de la cocaína después de Buenos Aires iba a ser Europa, aunque en esa distribución habría otra banda narco involucrada. Según la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se trata de “uno de los golpes más grandes al tráfico de cocaína”.