Tras el escándalo por contactar jovenes desde la cárcel, le quietaron el celular a Pablo Parra

Pablo Parra, quien cumple una condena de prisión perpetua por el brutal femicidio de Agustina Fernández, se encuentra nuevamente en el centro de la polémica tras ser descubierto utilizando un teléfono celular dentro de su celda. A través de redes sociales, Parra contactó a una joven de la región, solicitando amistad y hasta dinero mediante la plataforma Mercado Pago, una situación que desató la indignación pública.

La revelación de este uso indebido del celular fue hecha por la joven involucrada, identificada como Nany, quien compartió su experiencia con LMC. Nany detalló que Parra, a pesar de estar encarcelado, se comunicó con ella como si estuviera en libertad, lo que no solo la sorprendió, sino que también la alarmó.

Tras conocerse la denuncia, el Servicio Penitenciario provincial realizó una requisa en la celda de Parra, donde se encontró el teléfono celular. Este hallazgo pone en evidencia una violación directa a las normativas penitenciarias, que permiten a los internos el uso limitado de teléfonos móviles y prohíben su posesión en las celdas, así como la interacción en redes sociales.

La confiscación del dispositivo fue inmediata, y las autoridades penitenciarias indicaron que se llevará a cabo una investigación para determinar cómo Parra accedió al teléfono y por qué no se detectó antes.

La noticia del uso indebido del celular por parte de Parra fue un golpe para la familia de Agustina Fernández, especialmente para su madre, Silvana Cappello. A través de sus redes sociales, Cappello expresó su profundo enojo, criticando a las autoridades judiciales y penitenciarias por permitir que el asesino de su hija mantenga privilegios que contradicen la gravedad de su condena.

En sus publicaciones, Cappello cuestionó la capacidad del sistema para hacer cumplir las condiciones de la prisión perpetua, señalando que la situación de Parra es un reflejo de la falta de control y rigor en la administración de justicia.