COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR)- El 31 de octubre de 2010, cerca de las 3 de la mañana se desató una brutal gresca que terminó con la muerte de los hermanos, Victor Daniel Pichilef (32) y Pablo Ariel Pichilef (28) y de su sobrino, Gustavo Abel Pichilef (19).

Todo comenzó luego de que Carlos “El Ojón” Barrientos intentara robar en la vivienda de un vecino de los Pinchilef, por lo que éstos decidieron hacer justicia por mano propia y lo persiguieron hasta inmediaciones de las calles Marinero López y Hugo García, en los límites entre los barrios Isidro Quiroga y Moure, donde el escurridizo ladrón buscó refugio en la casa de su amigo, Luis Cheuquemán (18).

Una vez allí los Pichilef pidieron que saliera Barrientos pero la madre de Cheuquemán se negó e incluso les recriminó su actitud pero solo respondieron con insultos y amenazas hacia la mujer, lo que desató la furia de su hijo, quien salió en su defensa, armado y no dudó en disparar contra la humanidad de los hermanos. Luego de advertirles “con mi vieja no” vació el cargador de un revólver calibre 38 contra las víctimas.

Víctor recibió un disparo en la región dorsal falleciendo en el acto, Gustavo en el cuello y también perdió la vida en el lugar, mientras que Pablo, quien contaba con una lesión en la zona costal, perdió la vida cuando llegaba al Hospital Regional.

El trabajo llevado adelante por personal policial en conjunto con el Ministerio Público Fiscal hizo que rápidamente pudieran dilucidar lo sucedido, principalmente por las declaraciones de testigos, por lo que rápidamente se efectuaron allanamientos al tiempo que se demoró a Barrientos pero su amigo, Cheuquemán había escapado por lo que si dictó su pedido de captura, dado que se trataría del asesino.

Furia

En el mismo momento que se desarrollaban las diligencias, familiares de las víctimas y vecinos del lugar se acercaron a Seccional Quinta de Policía, solicitando la entrega de los cuerpos pero solamente a uno de ellos se le había practicado la autopsia por el momento. Es así, que pese a las explicaciones, invadidos por la furia, atacaron la comisaría provocando destrozos en los vidrios, además de prender fuego un rodado propiedad del padre de Barrientos que se encontraba secuestrado por cuestiones ajenas al crimen, así como quemaron cubiertas en el lugar.

Detención y juicio

Recien el 1 de noviembre, un día después del crimen, Cheuquemán se entregó a la Justicia por el hecho, siendo sometido a juicio oral y público el 13 de marzo de 2012, en el cual fue condenado a cumplir 17 años de prisión por el delito de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego en tres hechos.

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