RÍO GALLEGOS (ADNSUR) – Un oficial de policía que se encontraba con su novia murió cuando por razones que aún no fueron aclaradas el arma reglamentaria se disparó y el tiro impactó en la cabeza del oficial ayudante. El hombre falleció en el acto. La muchacha fue demorada, y tras los trámites correspondientes, recuperó la libertad. Las autoridades judiciales ordenaron las pericias para determinar quién activó el arma. Fue en Puerto San Julián.

Un oficial de Policía murió este jueves por un disparo en la cabeza. Aparentemente manipulaba el arma reglamentaria cuando se habría escapado el tiro que le impactó en la cabeza, falleciendo de forma instantánea. Se encontraba con su novia cuando se desató la tragedia.

Cerca de las 16 horas de este jueves un llamado telefónico alertó a la Policía de Puerto San Julián de que el oficial ayudante Carlos Daniel Morales Quiñonez resultó herido aparentemente cuando manipulaba la pistola reglamentaria en su domicilio, informó La Opinión Austral.

Una comisión policial se trasladó al domicilio del joven oficial de 21 años, ubicado en la calle Rivadavia 1000, y en la vivienda que alquilaba se encontró con una joven que luego se pudo conocer que era la novia, y el cuerpo de sin vida de Morales Quiñonez. Tenía un disparo en la cabeza.

La joven de 22 años fue demorada y trasladada a la Comisaría Primera. El juez Ludovico Pio Pala ordenó que se inicie una investigación y que las pericias las realice personal de la División Criminalística. El arma fue secuestrada junto a otros elementos.

La joven fue identificada y luego se le practicó el examen correspondiente para determinar si tenía restos de pólvora en las manos. Tras los trámites judiciales, fijó domicilio en la causa, y recuperó la libertad a la espera de ser citada para una declaración indagatoria.

El cadáver fue trasladado a la morgue del hospital, donde este viernes los forenses que viajaron de Río Gallegos llevarán a cabo la autopsia que confirmará fehacientemente la causa del deceso, informe que luego será elevado a las autoridades judiciales. También es fundamental el resultado del barrido electrónico en las manos de Morales Quiñonez, para determinar si accionó o no el arma.

Lo que no pudieron establecer los investigadores es si previo al trágico desenlace hubo una discusión entre la pareja, que derivó en que el joven adoptara una drástica determinación, o manipuló de manera imprudente la pistola, ocasionando que se escarpara el disparo fatal.

Ahora resta que la investigación avance para establecer lo que sucedió momentos antes de la tragedia que le costó la vida al uniformado que prestaba servicios en la Comisaría Primera.

Morales Quiñonez tiene familiares en la localidad de Puerto Santa Cruz, y había egresado en 2014 del Instituto Superior de Formación Policial “Comisario Inspector Eduardo Victoriano Taret”.

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