Un testigo complicó la situación de los acusados por el crimen de Marcela Chocobar
El juicio por la joven trans Marcela Chocobar, descuartizada hace tres años y ocho meses en Río Gallegos, continuó el miércoles con la presentación de las pericias psicológicas que le permitieron a la querella ampliar el requerimiento de cambio de carátula por crimen de odio.
RÍO GALLEGOS (ADNSUR) - El juicio por el crimen de la joven trans Marcela Chocobar, descuartizada hace tres años y ocho meses en Río Gallegos, Santa Cruz, continuó ayer miércoles con la presentación de las pericias psicológicas que le permitieron a la querella ampliar el requerimiento de cambio de carátula por crimen de odio, y además un testigo complicó la situación de los acusados.
“Con las pericias psicológicas claramente se mostró el crimen de odio, por lo que nuestro abogado pidió el cambio de carátula, que acompañó la fiscalía y en la tarde hemos tenido una testimonial que apuntó a que los acusados fueron los que asesinaron a mi hermana por su condición de género”, dijo a Télam Laura Chocobar, una de las hermanas de Marcela (26).
En paralelo al desarrollo del juicio que tiene como acusados a Oscar Biott y Angel Azzolini, la policía continuó con los procedimientos ordenados en la Laguna Ortiz, en búsqueda del celular, aunque un teléfono móvil que fue encontrado en el lugar no fue reconocido por las hermanas Chocobar como el que pertenecía a Marcela.
“Mi hermana tenía un Samsung S4 negro y éste era un S3 blanco”, aclaró Laura.
El juicio oral continúa este jueves en la que sería la última jornada, aunque una testigo clave para la familia, Morena Mamaní, la última amiga que vio a Marcela con vida, no se encuentra en la Argentina y no pudo ser localizada.
En tanto se esperan otras dos declaraciones por videoconferencia y otros testigos que la familia, que hoy se mostró más tranquila con los avances del juicio, consideró “son fundamentales para la causa”.
La joven trans oriunda de Salta fue vista por última vez el 6 de septiembre de 2015 subir a un automóvil en la esquina del boliche Russia y ocho días después aparecieron algunos restos óseos y prendas de vestir suyas en cercanías de la comisaría del barrio San Benito.