Una madre debía pedir perdón por carta a los hijos, pero revocaron fallo
La Cámara entendió que se "revictimiza" a los chicos.
RIO GALLEGOS (ADNSUR) - La Cámara de Apelaciones de esta ciudad revocó esta semana el fallo del juez de Familia, Antonio Andrade, entendiendo que la iniciativa revictimizaba a dos niños menores. Es el mismo Juez que este año condenó a un sujeto acusado de agredir a su ex, a pintarle un azulejo con una frase de El Principito.
Según informa Tiempo Sur, la denominada justicia restaurativa tiene cabida en el Juzgado de Familia Nº1 de esta capital. Ya en marzo de este año, el diario publicó en exclusiva un fallo del juez Antonio Andrade en el que, para “reparar” el daño ocasionado a una víctima de violencia doméstica, sancionó a un agresor con la elaboración de una manualidad. El sujeto debía pintar un azulejo con la frase “Lo Esencial es Invisible a los Ojos”, del libro El Principito escrito por Saint-Exupéry.
Lo hizo de nuevo. Esta semana, con un fallo fechado el 30 de agosto, los jueces de la Cámara de Apelaciones decidieron revocar un nuevo intento restaurativo del magistrado de Familia que, esta vez, revestía mayor seriedad porque involucraba a menores.
La decisión, apelada por el padre de dos hermanitos, fue la que ordenaba a la madre de éstos -con la que no viven y a quien no quieren ver por cuestiones que este medio no tiene interés en ventilar- a que “...en el término de cinco días presente en sobre cerrado y de su 'puño y letra' dos cartas (una para cada uno de sus hijos) donde proceda a efectuar un pedido de perdón a los niños”.
La orden de Andrade era que la madre “se explaye en relación a las consideraciones afectivas que quiera transmitirles” y decía que las cartas “serán leídas a los niños en forma personal por este magistrado y/o por la terapeuta de ambos, según mejor se considere”.
El padre de los chicos apeló entendiendo que había un exceso en esa decisión, que “contraría el interés concreto de los hijos menores” y que no se estaba respetando el derecho de los hermanitos “a no querer tener trato de ninguna naturaleza con su madre”.
“...es excesivo y reñido con la salud integral de los niños, que surgiendo de lo actuado que los hermanos no están en condiciones de visitar a su madre y que la misma posee serias perturbaciones, se los obligue a la exposición de la escucha de una misiva, cuyo contenido puede ser aún más perturbador para los niños…”, revocaron.
Los jueces de la Cámara reconocieron en su fallo además, que el magistrado de Familia no haya consultado “ni siquiera al Sr. Defensor de Menores, ni recomendación de expertos en psicología, ni consulta previa a los terapeutas de los niños” y de la madre, que con estas cartas podría causar “más daños que beneficios”.
Los jueces no niegan, sin embargo, “las bondades de la justicia restaurativa” como son “la búsqueda de empatía, de responsabilidad de las personas en función de los deseos de las víctimas”, pero aclaran que, en este caso, cuando hay niños de por medio se debe ser más “prudente” y “evitar cualquier efecto colateral que pueda agravar su situación”.
En efecto, “este pedido de perdón obligado, expresado fuera de un contexto terapéutico”, es también por ello que los jueces Enrique Arenillas y Reneé Fernández revocan la decisión de Andrade. Fuente: Tiempo Sur