Una policía confesó que mató de un disparo a un joven de 18 años
Kevin murió de un balazo en el tórax luego de que personal policial interviniera en una pelea. "Todos los testigos de este hecho estaban bajo efecto del alcohol”, dijo el fiscal de la causa. Y afirmó que se ignora por qué los efectivos utilizaron las pistolas reglamentarias.
Nadia Verdugo es agente de la Policía de Mendoza y en las últimas horas confesó que disparó el arma que acabó con la vida de Kevin González Ejea de 18 años. “Todos los testigos de este hecho estaban bajo efecto del alcohol”, dijo el fiscal de la causa.
El crimen ocurrió el sábado pasado en la localidad mendocina de Malargüe, Verdugo y otros otros tres efectivos de la fuerza están detenidos e imputados por la muerte del joven.
Kevin murió de un balazo en el tórax cuando personal policial intervino en una pelea en el cruce de Anglat y Villanueva, de Malargüe, a unos 180 kilómetros de la capital mendocina. Y de acuerdo a las investigaciones, un patrullero se desplazó hasta el lugar de la pelea donde varios hombres comenzaron a arrojarle piedras, por lo que pidieron refuerzos y un segundo patrullero se trasladó hasta allí.
Según las fuentes, los efectivos repelieron la agresión con armas largas, y en esas circunstancias Kevin fue baleado. “La oficial admitió espontáneamente en una situación de angustia ser la autora del disparo mortal, lo que se comprobó en la pericia balística, pero aún se desconoce el por qué de su accionar ya que en su derecho se abstuvo de declarar”, explicó este mediodía a la prensa el fiscal Javier Giaroli.
Según Giaroli, en la escena del crimen “había muchas postas de gomas, pero se ignora por qué los efectivos utilizaron las pistolas reglamentarias, ya que ella no fue la única que disparó, sino que hay otros tres policías imputados por abuso de armas”.
"No hay indicios balísticos de la utilización de otras armas que no sean de la policía, pero si antes del arribo de los efectivos al lugar hubo denuncias telefónicas al 911 de haber escuchado disparos de armas de fuego”, señaló.
Asimismo, detalló que los peritajes balísticos comprobaron que “nueve vainas servidas y un plomo secuestrados se correspondían al arma asignada a la oficial Verdugo”.
Los médicos constataron luego que la víctima sufrió “una herida de arma de fuego con orificio de entrada en neumotórax izquierdo y orificio de salida dorso lumbar”, indicaron las autoridades sanitarias.
Y el fiscal dijo este lunes respecto del lugar del hecho que “en ese barrio existía una problemática y hubo varios imputados por fabricación de armas caseras”.