“Falta un buen asado”: la reunión pendiente entre Othar, Sampaoli y Luque para cerrar el orden de la fórmula a la intendencia

Las declaraciones de los protagonistas, durante el acto convocado en el Colegio Perito Moreno el miércoles último, dejaron entrever la inminencia del acuerdo para unificar una fórmula a la intendencia entre el actual viceintendente, Othar Macharashvili y el secretario de Gobierno, Maximiliano Sampaoli.

Sin embargo, más allá de las versiones que circularon en las últimas horas de que “el acuerdo ya está”, falta lo más importante, según confían los mismos protagonistas en sus círculos cercanos: en efecto, resta la reunión con el intendente Juan Pablo Luque, además del ordenamiento posterior que incluye la lista de concejales y hasta alguna banca para la Legislatura provincial.

“Por más que se pongan de acuerdo Othar-Maxi, o Maxi-Othar, el tema es cómo se conforma el proyecto, con qué otros protagonistas y en qué espacios, porque los dos solos no pueden hacer nada”, confió uno de los operadores cercanos a los protagonistas de la historia.

Fue el propio Othar quien dio la clave, cuando se le consultó qué es lo que falta para terminar de cerrar: “Un buen asado”, dijo lacónico, el hombre del sombrero, sabedor de que en esas mesas discurren diálogos mucho más amplios que el precio de la carne o la textura de algún tinto amable.

Por lo demás, las señales de las últimas horas indican que la inminencia del “asado”, restando definir si Luque convocará al encuentro, o si Sampaoli oficiará, fiel a su estilo, de mediador para reunir al intendente con su vice y terminar de acordar el pacto que los incluye a ambos, aunque en su entorno aseguran que todavía no aceptó el lugar número 2 en la lista.

“Estamos trabajando en eso y si todo cierra en el programa que estamos charlando, va a ser un acuerdo para el bien de todos”, había dicho el actual vice intendente.

EL INESPERADO RECONOCIMIENTO DE LUQUE

Antes, el intendente Luque también dio señales reconciliatorias con su vice, algo que sorprendió incluso a colaboradores del actual presidente del Concejo:

“Los dos tienen la representatividad más importante de la ciudad, vienen siendo parte de este proyecto político hace muchos años y cuentan con al experiencia y el conocimiento de cada uno de los rincones de la ciudad”, valoró el candidato a gobernador, cuando se le señaló la cercanía entre Othar y Sampaoli en las últimas semanas.

“Saben lo que hay que hacer para la continuidad de este proyecto político –añadió Luque, por si quedaban dudas de que depuso viejas resistencias-, al igual que otros que también quieren participar y tienen mucho para aportar, pero lo importante es que no se prioricen los egos personales, sino ocupar un lugar estratégico en el que cada uno pueda contribuir al crecimiento de la ciudad”.

La última frase encierra dos ideas. La primera es que todavía falta definir el orden de la fórmula, por más que desde el entorno de Macharashvili se asegura que número 1 ya está reservado para el actual vice. Desde cercanías de Sampaoli, sin embargo, se asegura que eso aún no se terminó de acordar, más allá de la decisión de incluir a ambos en la misma propuesta.

Todos coinciden en que hubo una última charla el martes por la noche y que allí se pusieron de acuerdo en unificar la fórmula, pero a partir de ahí la respuesta es divergente en torno al primer y segundo lugar.

Lo segundo que dejó entrever Luque en sus apreciaciones es el espacio que está reclamando José Glinski, a quien todos le reconocen el derecho a participar y los méritos para fundar su aspiración, pero no dejan de observar, como al pasar, que se suma un poco tarde a una discusión que empezó hace ya tiempo.

El actual titular de la Policía Aeroportuaria está dispuesto a jugar en internas su propia chance por la intendencia, de allí que el oficialismo busca apurar los tiempos, no sólo por el cronograma oficial que puso plazo para el 10 de junio en cuanto a la definición de candidatos y listas, sino también para que no se sigan sumando actores a un proceso interno que se buscará evitar a toda costa.

Habrá que ver, entonces, si en el asado pendiente entre los 3 protagonistas, hay espacio para sumar a un cuarto comensal.