"Shakira", ex mano derecha de Milagro Sala, la definió como "un monstruo" y la acusó por el manejo de dinero
En el programa de Jorge Lanata, la dirigente Mirta Guerrero denunció distintas situaciones que vivió al militar al lado de Sala. La acusó de violenta y contó el manejo que tenía de dinero destinado a asistencia.
Mirta Guerrero, quien durante años fue mano derecha de la dirigente jujeña Milagro Sala, la definió como "un monstruo disfrazado de dirigente" y la acusó por manejos poco claros del dinero destinado a asistencia.
Lo hizo durante una entrevista emitida el domingo en el programa PPT Periodismo Para Todos, de Jorge Lanata, en Canal 13.
Allí, en el informe “Se termina el verso de Milagro Sala”, se emitió la entrevista a Guerrero, quien aseguró que declaró como "arrepentida" ante la Justicia en una causa por la que la dirigente está presa.
“Cuando uno trabaja 24/7 con alguien como ella, como lo hacía yo, ya era algo cotidiano, yo la veía que sacaba plata de acá, de allá, y no te daba tiempo de pensar que esa plata era robada. La plata iba a la casa de Milagro Sala, directamente. La recibían ahí, la contaban y ella tenía dos armarios con doble fondo y ahí la guardaban. Nosotros nos íbamos a seguir trabajando y quién vivía ahí? Ella. Era como tener dos billeteras”, afirmó.
“Le dejé de creer tarde, en el día del juicio, previo a que me den la sentencia sobre la causa de Pibes Villeros. Al empezar a ver de donde obtenía la plata. No te da tiempo a pensar de que esta robando. La plata iba a casa de Milagro Sala, ella tenía dos placares con doble fondo y ahí iba la plata”, describió.
“Milagro siempre fue violenta. Me pasó que estaba en su casa y cinco hombres me tiraron una colcha. Yo estuve con ella tantos años y puedo dar fe de que no es lo que ella dice ser. Es un monstruo. Creía en algo que no existía”, acusó.
“En el momento que pasó todo lo que pasó, que me filmaron yo sí participé. Pero en el momento de que se robó la cámara me tuve que quedar callada. Fueron varones, la llevaron a la sede, la rompieron y la llevaron a juicio. Me tuve que quedar callada”, contó