Achicar el déficit, la clave que define el paso en Chubut

COMODORO RIVADAVIA (Por Raúl Figueroa / Especial para ADNSUR) - La necesidad de achicar el déficit de la provincia, desde los actuales 500 millones de pesos, hasta un mínimo de 120 ó 140 millones de pesos por mes, es uno de los objetivos que desvela al equipo de gobierno que encabeza Mariano Arcioni. Mientras se prepara el paquete de normas que apunta a reducir el gasto público, surgen voces que admiten la necesidad de ampliar la matriz económica a través de discutir proyectos mineros como el de Navidad. El puerto de Comodoro y el corredor bioceánico también volvieron a formar parte de la discusión productiva.

Lo que dejó en evidencia la aprobación del convenio entre provincia y nación, para que ésta gire fondos que permitan pagar los salarios y jubilaciones, además del medio aguinaldo que debe afrontar en diciembre, dejó en evidencia un hecho incontrastable: sin esa asistencia externa, hoy la provincia no podría afrontar las obligaciones mínimas para su funcionamiento. Con la capacidad de endeudamiento agotada, al borde del 15% de su producto bruto (techo dispuesto por la ley de responsabilidad fiscal), ya no hay opciones para seguir colocando bonos respaldados por regalías, que para colmo continúan aportando malas noticias en cuanto a la caída de ingresos.

Mientras tanto, el gobierno trabaja en el cierre de medidas para achicar el gasto: fusión de ministerios, eliminación de subsecretarías, retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas de empleados públicos forman parte de un menú cuyo resultado debería verse en números: bajar el déficit desde 500 a 120 ó 140 millones de pesos por mes. Con regalías que siguen cayendo y proyectan el año próximo en no más de 4.500 millones de pesos, con impuestos provinciales que no pueden subirse y que por lo mismo no superarían los 10.000 millones de pesos recaudados este año, la duda es cuánto de la diferencia hasta llegar a 30.000 millones de pesos (ingreso previsto en el presupuesto actual y que sería similar al del año próximo) aportará el gobierno nacional en el reparto de coparticipación y sus promesas de mayores compensaciones, tras el recorte que deberán sufrir los jubilados.

LA MINERÍA VOLVERÍA A DISCUTIRSE EN 2018

Otra vez apareció la mención al debate minero como alternativa para sumar actividad económica. Esta vez fue el presidente del bloque oficialista, Jerónimo García, quien en declaraciones en medios del valle salió a opinar que debería discutirse la actividad por cada proyecto. En el gobierno no hay una decisión para reabrir este tema, ya que Arcioni suele citar la postura contraria que mantenía Mario Das Neves, que optó por la negativa al iniciar su tercer mandato de gobierno. Sin embargo, algunos funcionarios del entorno gubernamental empiezan a admitir que en algún momento, no inmediato pero sí durante el año que está por comenzar, se tendrá que dar la discusión, sobre todo para evaluar la factibilidad de algunas iniciativas, como el proyecto Navidad.

“No sería cambiar la matriz productiva, porque de hecho la matriz es esencialmente minera, ya que Chubut depende del petróleo –confió uno de los hombres del gobierno-, pero sería una forma de ampliar la producción, para no depender de una sola actividad. Por ahora Mariano no va a abrir este debate, pero se está empezando a dar por lo que plantean los intendentes y otros actores sociales: lo que se necesita es una discusión profunda, con universidades y organismos técnicos que puedan aportar claridad”.

La referencia está dada a una norma que fue vetada al inicio de la actual gestión, que habilitaba la discusión por regiones, focalizando la perspectiva de explotación de los recursos de plata y plomo que existen en la meseta central. Además, aclaran por las dudas: “si Jerónimo salió a opinar lo hace por su cuenta, no es algo que haya consensuado con el gobernador en este tema”.

LA MIRADA HACIA EL PUERTO

Algo es seguro: ninguna actividad podrá ser por sí sola una panacea, pero está claro que el debate debe ser amplio para incluir todas las alternativas que apuntalen la mayor cantidad de políticas de desarrollo posibles. Independientemente de lo que pase con la minería, tema que además también empuja fuertemente el gobierno nacional a través del ministro

Aranguren, desde Comodoro se busca activar nuevamente el proyecto del corredor bioceánico. La unión de esta ciudad con el puerto Chacabuco, de manera de garantizar salida al Atlántico para importaciones del vecino país y viceversa, redunda en un viejo anhelo regional, que nunca pudo consolidarse a partir de la falta de visión estratégica de lo que ese circuito podría implicar.

Por lo demás, el puerto de Comodoro ha dado muestras, durante la triste circunstancia de búsqueda del submarino Ara San Juan, de que está a la altura para transformarse en un centro de distribución y recepción logística regional de alto impacto.  Antes, ya había podido reflejarse también en el operativo de descarga de equipos eólicos. Si a ello se suma la iniciativa de recuperar el astillero que fuera construido en la década del 90 y abandonado por una mezcla de impericia empresaria y la falta de visión política para potenciar esa actividad, podría pensarse que también la ciudad puede obtener alternativas que si bien están lejos de reemplazar al petróleo, pueden significar un complemento que llegue a potenciar la capacidad instalada de la región. Sin que implique caer en un deja vu de los años 90, esas herramientas puedan aportar alternativas de actividad económica en la región.

Entre endeudamiento, políticas de ajuste y circunstancias internacionales de imposible manejo en esta región, tal vez el fondo del pozo indique que hay una oportunidad de ir mejorando. No es mucho, pero tampoco debería desecharse a priori. Todo depende, como es sabido, de la capacidad de gestionar decisiones y medidas concretas para aprovechar esos indicios.