COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - “Es la economía, gente”. Alguien podría echar mano, atenuándola un poco, de aquella frase atribuida al ex presidente estadounidense Bill Clinton, para explicar el origen del agujero negro que muchas veces parece Chubut. Una provincia donde la normalidad es una palabra extraña, extraviada incluso antes de la pandemia del coronavirus. Una situación a la que se llegó, claramente, no sólo porque la economía tiene límites matemáticos precisos, sino por decisiones políticas erróneas que elevaron las deudas más allá de parámetros lógicos.

Los mismos números de la economía provincial que explican por qué se llegó a tres ciclos escolares prácticamente perdidos, parecen empezar a mostrar un atisbo de oxígeno. La permanente diferencia entre recursos y gastos, que explica por qué los hospitales funcionan al límite de sus posibilidades, con medidas de fuerza a la vista porque todavía hay aumentos salariales incumplidos, podría achicarse.  

Así lo reflejan algunas proyecciones elaboradas en áreas del gobierno que manejan la economía, según pudo constatar ADNSUR para este informe. Por efecto de la mejora en los precios del petróleo y el alivio que provocará en estos dos años la refinanciación de la deuda externa provincial, abril cerraría con una diferencia positiva entre ingresos y gastos: algo más de 6.150 millones de pesos, frente a una masa salarial de 5.000 millones.

Más  ingresos de la mano del petróleo y del alivio temporal del BOCADE

El dato es positivo desde varios aspectos. En enero de este año, tal como se informó desde este mismo espacio, los recursos todavía no alcanzaban para el pago de una masa salarial completa, al ubicarse en casi 4.560 millones de pesos.

Además, abril de 2021 cerrará claramente por encima de igual mes del año pasado, cuando el coronavirus paralizó la economía mundial y hundió los precios del petróleo, por lo que los ingresos de la provincia caían a sólo 2.494 millones de pesos, según datos oficiales del Ministerio de Economía, relevados para este informe.

Claro que la comparación contra un período tan crítico y anormal podría llevar a distorsiones. Si se tomara el mes de enero de 2020, como el último período de normal previo a la cuarentena, los ingresos de abril de este año se ubicarían en un 43 por ciento por encima: esto refleja una mejora importante, ya que supera a un mes con precios de petróleo similares a la cotización actual, además de que se encuentra varios puntos sobre la inflación del último año.

También el mes de marzo arrojó una diferencia positiva entre ingresos y gastos, pero en ese caso el indicador es menos genuino. Es que si bien el total de recursos de ese mes fue de 8.264 millones de pesos, más de 3.700 millones provinieron de la colocación de letras del Tesoro, absorbidas por la ANSES a partir de una decisión del gobierno nacional, concretada a través de aquella visita del ministro Nicolás Trotta para anunciar el “reinicio de clases” en la provincia.

Sin esa inyección de fondos adicionales, que en definitiva son más deuda que la provincia deberá pagar antes de finalizar este año, los ingresos netos se ubicaban otra vez por debajo de la masa salarial de marzo.

Y si bien en abril también hay una incidencia de colocación de letras, ésta es mucho menor, con “sólo” 368,5 millones de pesos. En este período, comienza a notarse la robustez de los ingresos por regalías, que se proyectan en algo más de 2.800 millones de pesos, que tras repartirse por ley a municipios y otras devoluciones de préstamos, queda en un neto de 1.800 millones para la provincia (en abril del año pasado, el neto fue de sólo 455 millones). 

También en este punto se refleja el alivio de la refinanciación del Bocade (el título de deuda por 650 millones de dólares contraído en 2016), que este mes hubiera implicado un pago cercano a los 4.000 millones de pesos (cifra que se debería haber conformado desde los tres meses previos), pero que por la operatoria de diciembre último se reduce temporalmente a 282,9 millones de pesos.

¿Alcanza para resolver conflictos salariales esta mejora?

Casi como en la imagen de un chico preguntando al kiosquero “¿para qué me alcanza?”, juntando sus moneditas sobre el mostrador imaginario y mirando hacia la zona de golosinas, las decisiones políticas que adopte el gobierno provincial deberán definir qué finalidad otorgar a esta mejora circunstancial en los ingresos.

En primer lugar, falta conocer si el saldo favorable es sustentable, es decir: ¿podrá sostenerse a lo largo del año? Esto, como pasa habitualmente con la economía provincial, está atado a variables que cambian con los vientos internacionales. Si el precio del petróleo se mantiene en 60 dólares por barril hasta fin del 2021, la respuesta será positiva. Si la pandemia provoca otra parálisis económica, la “golondrina” de abril no disfrazará de verano al crudo invierno que se aproxima.

Si se proyecta el escenario más positivo, entonces hay que ver cómo se priorizan las demandas. El gobierno adeuda todavía dos masas salariales a determinados sectores del Estado y al menos una masa salarial a otros. Esto explica otro de los conflictos que estalló en los últimos días, por el que el gremio que representa a los organismos de control (como la Fiscalía Anticorrupción y el Tribunal de Cuentas) lograron un fallo judicial que ordena al Estado la puesta al día de haberes adeudados. De allí el decreto del gobernador Arcioni para prohibir esas ejecuciones, que abrió un conflicto de poderes.

Además, hay sectores críticos, como el de Salud, que reclaman el cumplimiento de la paritaria 2019, que tiene que ver con reconocimientos salariales que elevarán la actual masa salarial en otros 1.000 millones de pesos.

Y cuando todo ese pliego de demandas se haya podido regularizar, o antes, el gobierno deberá atender la demanda de paritarias en 2021. El gremio docente es uno de los que exigió abrir esa discusión en la reunión del jueves último. “Queremos hacer una propuesta creíble y cumplible”, les dijo el ministro Grazzini, comprometiendo esa propuesta para el próximo encuentro, fijado para el 21 de abril. Las expectativas de adecuación salarial no bajarán de un 36 por ciento, como están cerrando la mayoría de los sectores gremiales estos días, como el de la sanidad en la última semana, los docentes nacionales el mes pasado o como esperan, por caso, los petroleros privados.

Para llegar a cumplir esa expectativa, los ingresos de la provincia deberían alcanzar al menos unos 8.000 millones de pesos mensuales en la segunda mitad del año. Una cifra todavía insuficiente, considerando que en el presupuesto provincial 2021 se proyectaron gastos que demandan más de 10.700 millones de pesos por mes.

 Insuficiente, sobre todo, si se piensa que además de pagar salarios la provincia debería realizar obras, como construir viviendas, reparar caminos y edificar escuelas.

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