RAWSON (ADNSUR) -  La cena del último domingo, de la que participaron el gobernador Mariano Arcioni, el intendente comodorense Juan Pablo Luque, el vicegobernador madrynense Ricardo Sastre y su hermano, el actual intendente Gustavo Sastre, sirve como disparador para analizar el contexto geopolítico y económico de Chubut en los últimos años. Porque no es casual que en esa cumbre de dirigentes donde se habló de planes electorales para 2023, las cuatro figuras protagónicas hayan sido dos comodorenses y dos madrynenses, además de dos empresarios de peso de cada una de esas ciudades.

Y no es una cuestión circunstancial o azarosa la procedencia de los principales aspirantes a gobernar la provincia, porque es un fenómeno que se viene observando desde hace un buen tiempo y que cada vez se consolida más. Lo que es evidente es que estas figuras de la política –que van variando según la época- son las caras visibles de dos ciudades que han tomado un protagonismo cada vez más marcado en materia económica. Comodoro Rivadavia y Puerto Madryn son las dos ciudades que lideran las inversiones en materia privada, y que han sacado una amplia ventaja a otras localidades que siguen con una lógica ligada a lo estatal como motor del empleo, como es el caso de Trelew, Esquel y Rawson, por citar a las más pobladas.

En realidad, la fórmula del Estado como impulsor de la economía y generador de fuentes de trabajo dio sus frutos durante un buen tiempo, y su momento de gloria fueron los dos períodos del ex gobernador Mario Das Neves entre 2003 y 2011. Pero una vez agotada y exprimida la gallina de los huevos de oro, las localidades que vivieron atadas a la lógica de lo público quedaron rezagadas, y desde hace varios años, el liderazgo lo tomaron aquellos centros urbanos que cuentan con importantes recursos naturales y además tienen una clase empresaria con visión de riesgo.

Hablamos por un lado de Comodoro, que siempre tuvo el recurso del petróleo, pero la cabeza de sus vecinos estuvo históricamente concentrada en la actividad privada y alejada de la “rosca política”, que era exclusividad de la dirigencia del valle. Pero en los últimos años, es indudable el protagonismo que cobró a nivel regional una zona como la del Golfo San Jorge, con una actividad extractiva vinculada a un commodity, de la mano de una cámara de pymes junto a gremios muy poderosos, y el advenimiento de una camada de empresarios con una mirada más desafiante y más proactiva.

Y por el otro lado, Puerto Madryn, con la inyección de la producción de aluminio desde los 70 y el crecimiento de todo un parque industrial metalúrgico, sumado a la enorme actividad vinculada al recurso pesquero, y la belleza natural que generó una importante actividad turística nacional. Una serie de condiciones que la ubicaron por encima de sus vecinas del valle, a lo que se suma la existencia de cámaras empresarias inquietas y una clase política que está pidiendo pista para llegar a la Casa de Gobierno.

Ambas ciudades portuarias con una fuerte explosión poblacional, con muchísimo movimiento migratorio de otras provincias y también de países vecinos. Y si uno quiere trazar un paralelismo con otras actividades sociales, la misma supremacía se observa a nivel deportivo, donde por ejemplo en el fútbol y el básquet –con fuertes ligas y federaciones a nivel nacional-, tanto Comodoro como Puerto Madryn van a la vanguardia en Chubut y en la región. De hecho, el protagonismo de sus clubes es lo que sirve de trampolín a sus directivos, que –sobran los ejemplos- luego terminan saltando a la arena de la función pública.

UN POCO DE HISTORIA

No viene mal hacer un poco de memoria, para repasar cómo ha cambiado la geopolítica chubutense en el último tiempo, donde el liderazgo que supieron tener los políticos del valle junto a varias figuras cordilleranas, cedió terreno a los apellidos provenientes de Comodoro y Madryn, que vienen pidiendo pista como reflejo del poderío económico de sus localidades.

Pensemos en la procedencia de los gobernadores democráticos de Chubut desde 1958. Hasta el final del segundo mandato de Mario Das Neves en 2011, se habían sucedido 10 períodos constitucionales, de los cuales 6 fueron de gobernadores de Trelew, 3 de gobernadores oriundos de Esquel, y sólo hubo un caso de Comodoro, que fue Roque González en 1963, despedido de su cargo justamente por la “rosca” del valle.

Pongamos nombre propio a este repaso. Los gobernadores fueron Jorge Galina en 1958 (de Trelew); Roque González en 1963 (de Comodoro); Benito Fernández en 1973 (de Esquel); Atilio Viglione en 1983 (de Trelew); Néstor Perl en 1987 (de Esquel); Carlos Maestro en dos periodos consecutivos 1991 y 1995 (de Trelew); José Luis Lizurume en 1999 (de Esquel); y finalmente, el trelewense Mario Das Neves en 2003 y 2007.

Exgobernador de Chubut Mario Das Neves entre 2003 y 2011 y entre 2015 y 2017, año en que falleció
Exgobernador de Chubut Mario Das Neves entre 2003 y 2011 y entre 2015 y 2017, año en que falleció

En el medio, corresponde marcar un asterisco en torno a la elección de 1991, donde hubo una interna feroz dentro del peronismo, entre el comodorense Marcelo Guinle y el madrynense Osvaldo Sala. Esos egoísmos internos entre justicialistas terminaron cediendo el triunfo a un gobernador de otra ciudad y otro color político, como fue Carlos Maestro. Pero aquella disputa electoral ya permitió avizorar ese creciente protagonismo y esa lucha de poder entre la ciudad del Golfo San Jorge contra la del Golfo Nuevo.

Carlos Maestro, exgobernador de Chubut
Carlos Maestro, exgobernador de Chubut

Y es interesante detenernos en 2011, donde se dio un caso especial, ya que siendo Das Neves el “gran elector” de la provincia –como lo fue hasta el día de su fallecimiento-, eligió a dedo a un candidato comodorense, como Martín Buzzi (devolviendo la gentileza a los votantes de esa localidad que le dieron el triunfo en 2003). Y este candidato de la urbe petrolera tuvo una histórica pelea voto a voto contra un fuerte contrincante dos veces intendente de Puerto Madryn, como fue Carlos Eliceche. La elección se definió por menos de 400 votos, y volvió a reflejar el ineludible protagonismo político de ambas ciudades.

Llegando a la época más reciente, más allá del triunfo de Das Neves en 2015 contra Buzzi, logrado por su fortaleza inexpugnable en las urnas, hay un dato que no se puede soslayar, y es que las dos fórmulas más votadas a la gobernación en el último turno de 2019, reflejaron el tándem Comodoro-Madryn, como ocurrió con las duplas Mariano Arcioni-Ricardo Sastre, y Carlos Linares-Claudia Bard.

Como conclusión del repaso, es evidente el peso ganado en los últimos años por la clase dirigente de estas dos ciudades, que atraen inversiones y capitales privados, con una clara supremacía por sobre los representantes de la localidad de Trelew, que en tiempos pretéritos supo tener líderes que marcaban un camino. Es evidente que los sucesores perdieron el rumbo y quedaron relegados producto de una alarmante falta de visión, de escasa proyección de futuro, de lectura tacaña de la realidad, y de un contexto económico que dejó a la ciudad sin su parque industrial textil, sin el rol de proveedora de servicios de la región, y sujeta exclusivamente a una actividad comercial que vive de los sueldos de los empleados públicos.

Quizás haya un ejemplo que pueda resumir las razones de la pérdida de este liderazgo a nivel generacional, y es el caso de los llamados “jóvenes brillantes”, como los conoce la gente de la calle. La gran mayoría de esos apellidos de nuevos profesionales que estuvieron vinculados a los gobiernos de Das Neves, son nacidos y criados en Trelew. Y el dato objetivo es que los unió la voracidad por servirse del poder, por hacer negocios siempre de la teta del Estado. Así lo demuestran las causas de corrupción que se están ventilando en la justicia. Una vez más, no es casual lo que se está viendo en materia política, y todo tiene un por qué.

HACIA 2023

Llegados a este punto, volvemos a la importante reunión del último domingo, que hubiera sido secreta si no la hubiera publicado ADNSUR, en la que estaban sentados en la misma mesa, dejando a un costado profundas diferencias políticas de los últimos tiempos, el actual gobernador, y los dos principales pretendientes a sucederlo. En primer lugar, hay quienes dicen que para que la reunión se pudiera concretar –para lo cual hizo falta que ciertas figuras políticas estuvieran dispuestas a dejar su ego de lado-, tuvieron un peso importante actores del sector privado.

Uno de los protagonistas que conoce de cerca el contexto, explicó que muchas veces son los empresarios, en la búsqueda de un buen clima que permita generar inversiones que no son posibles en un ambiente de inestabilidad, los que terminan acercando a determinados personajes políticos con los que tienen buenos contactos por separado.

Aún hay mucho hermetismo sobre los temas abordados en la reunión, pero está claro que se habló lógicamente de política y más precisamente, de la necesidad de una estrategia más consensuada acorde con el objetivo común de que la provincia pase a ser gobernada por el peronismo después de 2023, algo que se le niega desde 2011. Hubo una lectura común de que tanto Sastre como Luque son los nombres con mayores aspiraciones dentro de ese espacio, precisamente porque conducen y tienen apoyo popular en las dos regiones de mayor peso económico, con una historia política que los respalda.

En la cena del domingo, se coincidió en la lectura de que si ambos líderes regionales -Luque en la zona sur, y Sastre en Madryn con ascendencia en el valle-, con naturales y lógicas aspiraciones a ocupar el sillón de Fontana 50, comienzan una disputa anticipada por el poder de manera pública, va a terminar siendo contraproducente en la imagen de cara al electorado. El acuerdo fue ser más “inteligentes” y trabajar cada uno por su lado sin agredir a la otra parte, especialmente a través de los medios. En ese sentido, cuentan que habría existido un pedido concreto de Nación de acercar posturas, a sabiendas de que ambos son las dos principales figuras que tiene el PJ para llegar a gobernar Chubut.

Incluso una fuente comentó que alguien desde Madryn deslizó una propuesta, tirada al aire, de una fórmula Sastre-Luque. El argumento es que el madrynense ya resignó encabezar en 2019 con la promesa de ser el candidato en el próximo turno. Y como no podría repetir por otro mandato, le dejaría la posta a Luque para 2027. ¿Hay chances de una fórmula conjunta entre Comodoro y Madryn? ¿O se repetirá la experiencia de Guinle contra Sala, o de Buzzi contra Eliceche? Desde Comodoro, se sonríen ante la sola idea de un acuerdo que consideran imposible, no sólo por el rol secundario, sino porque ven maneras incompatibles de hacer política.

Marcelo Guinle, exsenador nacional por Chubut fallecido en 2017
Marcelo Guinle, exsenador nacional por Chubut fallecido en 2017

NADIE TIENE LA VACA  ATADA

Una cosa es segura, y es que Puerto Madryn nunca tuvo un gobernador, y su clase dirigente considera que llegó el momento ideal, por lo que no parece posible que estén dispuestos a relegar esa candidatura una vez más a manos de Comodoro. Así lo ha expresado públicamente Carlos Eliceche, quien planteó en declaraciones periodísticas que va a trabajar para la campaña de Sastre en 2023, con el fin de que su ciudad tenga por fin un mandatario sentado en el sillón de Fontana 50.

Claro que el resto de los partidos también juega, y hay quienes advierten sobre la consecuencia de las reuniones de “reparto de poder”, recordando aquellos conciliábulos entre los radicales a comienzos de siglo, donde se disputaban el “turno” para gobernar, hasta que las ambiciones derivaron en una terrible interna entre Maestro, Lizurume y Cimadevilla en 2003 que el pueblo castigó en las urnas, y que la UCR sigue lamentando 20 años después.

Por otra parte, todos reconocen en off que es correcto el concepto reflejado en las declaraciones realizadas por el ministro Federico Massoni sobre lo que muestran las últimas encuestas, acerca de un hartazgo de la gente común con la política, y la búsqueda de caras nuevas que marquen una renovación de aires. Ese es el principal peligro de cierta clase dirigente, y por eso la pretensión para que no trasciendan este tipo de reuniones.

De hecho, tanto fue el recelo en mantener en absoluto secreto la cena de pesos pesados, que no había llegado a oídos de ninguno de los íntimos colaboradores del gobernador Arcioni, así como tampoco estaban al tanto las principales figuras del PJ, quienes en muchos casos dejaron trascender su “sorpresa” por un encuentro que no había sido socializado.

¿Cuánto durará este pacto de no agresión sellado el pasado domingo? Los mismos protagonistas son bastante escépticos respecto a su futuro, pero dicen que lo van a intentar. Lo curioso es que para los próximos comicios legislativos, los nombres de Luque y Sastre suenan como posibles postulantes, a pesar de que ninguno de ellos estaría convencido, por las consecuencias que esto pueda tener de cara a sus planes para 2023.  

A modo de cierre, queda claro que el escenario de Chubut muestra que nada de lo que suceda en torno a la disputa por el poder, va a estar ajeno a lo que se defina entre Comodoro Rivadavia y Puerto Madryn. Dos ciudades que se respetan, y que compiten por liderar la provincia, relegando al resto de las localidades como actores de reparto. La clase empresaria también juega su partido aparte y no son pocos los capitales en juego. El futuro gobierno se definirá en las urnas cuando se cuenten los votos, pero la pelea para ver quién llega a la final, ya se está disputando. 

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