Comodoro inicia otra etapa: la reconfiguración del Concejo Deliberante y los desafíos de Othar Macharashvili
Othar Macharashvili inicia su gestión como intendente de Comodoro Rivadavia con varios desafíos. Algunos son urgentes. Otros podrá afrontarlos a lo largo de sus cuatro años de mandato.
Othar Macharashvili inicia este domingo su gestión como intendente de Comodoro Rivadavia con varios desafíos. Algunos son urgentes. Otros podrá afrontarlos a lo largo de sus cuatro años de mandato.
El desafío inmediato es establecer una buena relación con el Concejo Deliberante en general y reconfigurar la influencia política del bloque oficialista y sellar nuevas alianzas con opositores. A diferencia de lo que sucede con otros titulares del Ejecutivo, Macharashvili no tiene de arranque una bancada que defienda a rajatabla y a capa y espada sus proyectos.
Una rápida lectura del bloque de Arriba Chubut que, como el resto del Concejo Deliberante, comenzó ayer su actuación indica que al menos tres de los ediles del oficialismo fueron puestos en la lista por el, desde hoy, ex jefe comunal Juan Pablo Luque. A eso hay que agregarle otro dato no menor: estos primeros nombres que ocupan las bancas fueron pensados como testimoniales, porque su destino final e ideal era ser parte del gabinete provincial de Luque.
Gabriela Simunovic, Ezequiel Cufré y Maite Luque iban a ocupar lugares claves en la administración provincial, si es que Luque se consagraba como gobernador en las pasadas elecciones del 30 de julio. Este acuerdo táctico y estratégico había sido pensado para primero traccionar votos y luego reasegurar continuidad de algunos concejales y funcionarios que ocuparon lugares en las listas posteriores al sexto. Con el pase a Provincia de los tres primeros hoy definitivamente concejales se posibilitaba el ingreso a las bancas de Alejandra Robledo, Daniel Vleminchx y Jorgelina Chiguay.
Ese plan fallido deja otro escenario a Macharashvili que, en el arranque de su gestión no tiene nombres propios en el bloque oficialista, ese que debe defender sus propuestas y políticas porque salvo Ariel Montenegro y Mariela Aguilar, el resto responde más al ex que al actual intendente. De todos modos no quiere decir que el cuarto y la sexta concejal actuales le responden directamente al intendente sino que dependerá de alianzas futuras.
El Concejo en general
Esta importante desventaja que tiene Macharashvili no es definitiva y dependerá mucho de su conducción política, que deberá ser precisa y trabajar sobre una permanente búsqueda de consensos. El viernes, por ejemplo, y luego de tanta tensión entre gestión saliente y entrante, el Concejo Deliberante aprobó en su última sesión la ordenanza Tributaria, el presupuesto 2024 y la Cuenta General del Ejercicio. Se trata de las herramientas indispensables para comenzar a gobernar.
Ahora la gran incógnita es si el liderazgo e influencia se traslada del que armó la boleta a quien finalmente ejerce el poder.
Othar Macharashvili tiene además que afrontar otro hecho político que puede o no ser problemático. En el nuevo Concejo, a diferencia del anterior, hay paridad de fuerzas. Hasta el viernes, el oficialismo contaba con 8 concejales propios. Ahora tendrá 6, uno menos que los 5 que tendrá Juntos por el Cambio. Habrá que ver cómo se moverá el ahora libertario Omar Lattanizo que, hasta el momento, parece más cercano a las posiciones del nuevo intendente que a las de sus ex compañeros de bloque (Juntos por el Cambio) y las del nuevo presidente Javier Milei.
Esta paridad de fuerzas, en realidad, puede ser beneficiosa como lo demuestran experiencias similares de conformaciones legislativas, tanto en Comodoro como a nivel nacional. Sucede que el equilibrio de número de ediles hace que necesariamente se trabaje sobre una búsqueda de consensos que, cuando se tiene mayoría propia, ni siquiera se considera.
Más profesional
Nada asegura nada pero, en los papeles o en los títulos mejor dicho, el Concejo Deliberante que viene parece anticipar una mejor representación, al menos en lo que respecta a eventuales proyectos que se impulsen desde las bancas en beneficio de la comunidad. Los profesionales del nuevo Concejo son 8 de 12: Gabriela Simunovic, Ezequiel Cufré, Maite Luque por Arriba Chubut, y Tomás Buffa, Martín Gómez, Ximena González, Luciana Ferreira y Pablo Bustamante por Juntos por el Cambio.
Los títulos universitarios no garantizan mejor representación ni nada pero, en principio, le dan a quienes hayan cursado esas carreras una calidad técnica y otra perspectiva, que parece aconsejable para la preparación de proyectos de ley. Esa capacidad profesional, que es mayoría, se complementará con la que aportan el resto de ediles que vienen del comercio, del vecinalismo y otros estamentos comunitarios muy importantes.
Los desafíos
Con este panorama desafiante, Macharashvili tendrá que afrontar unos primeros meses de gobierno que, por el escenario nacional, pueden llegar a ser complicados al trasladar a Comodoro algunos conflictos sociales y de protesta que hoy están acotados. Macharashvili no solo tiene que lidiar con este particular bloque oficialista, también tiene que hacerlo con un gobernador, Ignacio Torres, y un presidente, Javier Milei, de distintos signos políticos.
El nuevo intendente ya demostró una línea de entendimiento importante con el flamante titular del Ejecutivo Provincial, que por otro lado le puede aportar algunas manos necesarias en situaciones límites en el Concejo. La nueva administración nacional libertaria es una incógnita tan grande como la incertidumbre y el temor que generan algunas de las propuestas de campaña, que no obstante fueron acompañadas por la mayoría del pueblo argentino.
Con este panorama, una vez en marcha la gestión y definidos apoyos y oposiciones, el intendente debe reordenar la economía y la obra pública del municipio, que fue intensa y generosa pero que puede generar inestabilidad en los números de Comodoro Rivadavia, sobre todo si los ingresos a nivel nacional y provincial se achican aún más, en función de las mencionadas propuestas de campaña del desde hoy presidente Javier Milei.