Cristina Kirchner regresó a la Argentina luego de visitar a su hija en Cuba
La ex Presidenta había partido el sábado 20 de abril hacia Cuba luego de que diera el ok el último de los tribunales orales que debía aprobar el viaje de la referente de Unidad Ciudadana.
CAPITAL FEDERAL - La ex presidenta Cristina Kirchner regresó de Cuba en la noche de este lunes luego de visitar a su hija Florencia en Cuba. Fue la segunda visita de CFK a la Isla, donde su hija Florencia está siendo asistida por el Centro de Investigaciones Médico-Quirúrgicas dependiente del Ministerio de Salud (CIMEQ).
Cristina Kirchner había partido el sábado 20 de abril hacia Cuba luego de que diera el ok el último de los tribunales orales que debía aprobar el viaje de la referente de Unidad Ciudadana.
Aunque la ex presidenta no tiene prohibido salir del país, sí tiene la obligación de notificar a los jueces y tribunales que tienen causas en su contra cuando tiene intenciones de hacerlo, por si alguno de ellos lo objeta.
Según el certificado médico presentado ante la Justicia argentina, la hija de Cristina padece: “como diagnóstico principal (definitivo) un trastorno de estrés postraumático, indicándose como otros diagnósticos los siguientes: Síndrome purpúrico en estudio; Polineuropatía sensitiva desmienilizante de etiología desconocida; Amenorrea en estudio; Bajo peso corporal y Linfedema ligero de miembros inferiores de etiología no precisada”.
Antes de la llegada de Cristina, Claudio Bonadio —el juez de la Causa de los Cuadernos y de otros expedientes en los que se investiga a CFK—, le pidió a la editorial Sudamericana que informen sobre las características del contrato que firmó la ex presidenta con esa empresa para la publicación de "Sinceramente", su libro de memorias.
En el escrito, Bonadio le pide a la editorial que envíe el contrato "en el término de cinco días" y le informa que él mismo le dictó a Cristina "la inhibición general de bienes", por lo cual la empresa "deberá abstenerse de realizar pagos" a la ex presidenta por las ventas de su libro.
Fuente: Clarín