COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR/ El Análisis de la Noticia) - El acuerdo entre el FMI y la Argentina permite esperar en principio tres grandes impactos en la provincia de Chubut. En primer lugar, la proyección general de reducción del déficit –a la mitad de la meta actual, lo que significa duplicar los recortes- implica grandes tijeras para la obra pública y a los subsidios para energía, lo que avizora nuevos tarifazos. En segundo renglón, las exigencias del FMI también irán hacia las provincias. Y en tercer lugar, la supervisión externa puede incidir sobre las condiciones en que el Estado provincial intente renegociar su propia deuda externa, que ahoga hoy sus posibilidades de funcionamiento.
Es cierto que si se piensa en obra pública no son muchos los proyectos financiados por Nación que hoy estén en marcha en la provincia, pero las nuevas condiciones podrían reducir aún más ese nivel de actividad. Si ya hay escasez de certezas en torno a la continuidad de la doble trocha Caleta-Rada Tilly o la obra repotenciación del acueducto de Comodoro, como también en la finalización de la autovía Madryn-Trelew, la sonrisa de Christine Lagarde hace dudar en torno a las renovadas “promesas” sobre el camino de circunvalación y otras obras postergadas eternamente en esta región.
En cuanto a las exigencias hacia las provincias, la lupa del FMI estará puesta también sobre el déficit estructural de éstas. Los intentos de racionalizar el gasto no pudieron avanzar hasta ahora en el gobierno de Mariano Arcioni, que debió dar marcha atrás con decretos que buscaban recortar erogaciones (a través de una declaración de emergencia que proponía revisar pagos de horas cátedras y horas guardias), en el marco del grave conflicto que lo mantiene enfrentado con gremios estatales.
Sin embargo, el gobierno de Macri podría volver a plantear exigencias al respecto, sobre todo ante los pedidos de asistencia financiera que seguirá pidiendo la provincia y la necesaria anuencia de Nación para intentar refinanciar su deuda.
Cuáles son las tres claves para esperar impactos del FMI sobre Chubut
Con la colocación de bonos en los años 2013 y 2016, el gobierno provincial destina gran parte de sus ingresos a afrontar el pago de vencimientos mensuales de esas colocaciones. Según un informe de la Fundación Meditarránea, Chubut está al tope de ese ranking negativo, a lo que suma otra combinación que contribuye a incluirla en el casillo rojo: más del 90% de sus ingresos se destina al pago de salarios.
A la hora de salir a repactar esa deuda (el bono de 2013 se había colocado a una tasa del orden del 4%, pero en las condiciones actuales cualquier deuda podría colocarse al doble de esa cifra), el visto bueno de Nación estará condicionado a
su vez por las metas de ajuste que ésta comprometió ante el organismo internacional.
Así, la opción podría ser incrementar el endeudamiento en dólares, a cambio de conseguir algo de oxígeno para seguir subsistiendo en el próximo año y medio.