Dólar, regalías y "dolarización": La economía que viene y los impactos posibles en Chubut y Comodoro
La posible actualización del tipo de cambio oficial proyecta mejores ingresos por hidrocarburos, pero también suba de costos por inflación. Por un lado, suba de recursos; por el otro, deudas que podrían tornarse incontrolables.
Mientras se consumen los últimos días de la campaña electoral para definir al próximo presidente del país, los cálculos que hicieron tanto en la provincia como en los municipios de cara al presupuesto 2024 se sostienen con alfileres. Es que los ingresos proyectados pueden tener fuertes variaciones en función de las definiciones políticas que asuman eventualmente Sergio Massa o Javier Milei, con obvias implicancias para la economía regional.
Un ejemplo claro que pueden ver los comodorenses con facilidad es el vinculado a las regalías petroleras. El municipio elaboró un proyecto en el que estima una recaudación de 15.000 millones de pesos, tomando como base de cálculo una cotización del dólar de 486,50 pesos, que es el valor plasmado en el presupuesto nacional del año próximo.
Sin embargo, los analistas de todos los colores políticos coinciden en que el tipo de cambio oficial será, cuando asuma el nuevo gobierno, bastante más alto que esa referencia. Algunos lo ubican entre 600 y 700, peoss otros sobre 1.200 pesos, según gane Massa o Milei. Pero pocos dudan de que el tipo de cambio oficial tendrá otro valor, lo que genera automáticamente un mayor ingreso no sólo para Comodoro en particular, sino para Chubut y las provincias petroleras en general.
En relación a la devaluación se repite una advertencia como un mantra: si no hay un programa económico sólido detrás, para tratar de contener la inflación que dispararía el traslado del nuevo tipo de cambio a los precios de la economía doméstica, la espiral inflacionaria se volvería irreversible.
“SI NO SE FRENA ESTE PROCESO, VAMOS DERECHO A LA HIPERINFLACIÓN”
“Hoy, todas las tendencias, todas las variables económicas están desancladas”, dijo el economista Dante Sica, ex ministro de Industria y de Trabajo de la Nación, en su paso por Comodoro Rivadavia, para participar de la disertación organizada por la Cámara de Comercio en su 77 Aniversario, “Perspectivas económicas 2024”.
“No hay nada que te logre fijar expectativas con respecto a qué puede pasar con el tipo de cambio, qué puede pasar con la actividad, o cuál va a ser el comportamiento de los salarios, para proyectar el consumo y el comportamiento de los distintos sectores –añadió-. En especial, en un sector tan importante como el de energía, que tiene tanto impacto en esta región, que depende mucho del nivel de las inversiones y éstas, a su vez, dependen del entorno económico y de la confianza que despierte”.
Por eso, advirtió el economista, cualquiera que sea el próximo presidente estará obligado a cambiar la dinámica económica actual, “porque de lo contrario vamos derecho a una hiperinflación. La primera gran tarea del próximo gobierno es cortar este proceso y dar señales claras de un cambio en la economía”.
La velocidad y profundidad del cambio, añadió, dependerá de la impronta de cada candidato, dando por sentado que con Milei serían más rápidos, mientras que Massa tendería a un proceso más paulatino.
“La sensación es que el dólar no vale los 350 pesos que dice hoy la cotización oficial, pero tampoco los 1.200 que escaló el ‘blue’ antes de las elecciones de octubre”, dijo Sica durante su exposición en la Cámara de Comercio, para dejar entrever su impresión de que el valor estaría más cerca de una zona media entre esos extremos.
UNA CARA POSITIVA Y OTRA TOTALMENTE OSCURA
Con un tipo de cambio más cerca de los 700 pesos los ingresos de Comodoro y Chubut tendrían una mejora en materia de regalías petroleras. Los 15.000 millones proyectados por las arcas comodorenses se trasforman automáticamente en más de 21.000, ya que significa una suba del 40%.
Lo mismo puede preverse para las cuentas que hizo el gobierno provincial, que estimó un ingreso de 343.000 millones de pesos por esa vía, pero que superaría los 400.000 con una mínima modificación del dólar oficial, acorde a las exigencias del FMI y de sectores exportadores.
Aquella suba de recursos podría resultar ficticia. El mes pasado, la provincia tuvo un alerta porque la recaudación por regalías cayó en 2.000 millones de pesos con respecto a septiembre, ya que pasó de 13.400 a 11.200 millones.
La caída supera el 16% y es mayor al declino de producción mensual. La explicación puede estar referida a lo que viene ocurriendo con el precio del petróleo en el mercado interno, que se mantiene artificialmente bajo para mantener control sobre los combustibles.
De ese modo, el nuevo tipo de cambio podría compensar parte de las caídas por menor precio y por mermas de producción, en caso de que esa curva siga sin recuperarse.
Sin embargo, la suba de ese ingreso se vería opacada por el aumento de gastos ocasionados por la inflación generada a partir de aquel movimiento del dólar. Lejos de ser una solución, si no aparece un programa que tienda a atenuar la espiral inflacionaria, aquella suba circunstancial de recursos quedaría rápidamente compensada por las mayores exigencias de gastos para sostener los servicios públicos.
Un ejemplo contundente a nivel municipal es lo que pasa con el subsidio al transporte, que en el presupuesto 2023 había proyectado 1.800 millones de pesos, pero terminará cerca de 4.000 millones, a partir de la suba de costos debido a la inflación. Para 2024, se proyectan 6.000 millones de pesos, lo que resulta una estimación conservadora considerando el cierre que tendrá este año, mientras que otro servicio esencial, como el de la recolección de residuos, demandará un monto inicial de 9.000 millones en concepto de subsidios municipales.
Desde esa perspectiva, también es válido preguntar qué pasaría con el subsidio al transporte, si el próximo presidente decide eliminar el aporte que hace Nación. ¿Podrá sostenerlo el municipio por sí solo, o se deberá transparentar el costo real ante los usuarios?
Estos ítems presupuestos son sólo ejemplos Lo mismo puede proyectarse a nivel provincial, con una política salarial que no tiene mucho margen para expandirse y que podría marcar un creciente escenario de conflictos.
Cuando se considera que los costos crecen también al ritmo de la devaluación, si es que no hay un plan para evitar el impacto del nuevo tipo de cambio sobre los precios internos, la suba de ingresos queda rápidamente licuada. A los ejemplos de los subsidios puede añadirse otro tema sensible, como el costo de la obra pública y su actualización permanente de precios en base a las variables inflacionarias.
A nivel provincial, la misma amenaza crece en forma exponencial. La deuda que tiene Chubut con el Estado nacional se ajusta por inflación, por lo que ya hay proyecciones en el nuevo equipo económico, que sitúan esas cifras por encima de los 240.000 millones de pesos.
¿ES POSIBLE LA DOLARIZACIÓN?
Otro tema que sobrevuela la discusión política en el país y las definiciones económicas es el vinculado a la dolarización, que forma parte de la plataforma política de Javier Milei. Ayuda en este punto volver a la opinión del economista Dante Sica, durante su paso por la ciudad en la última semana:
“Es muy difícil pensar que Argentina pueda pasar por un proceso de dolarización en los próximos años, dadas las actuales circunstancias económicas y políticas –expresó-. La falta de confianza que Argentina despierta en el mundo dificulta la captación de financiamiento externo necesario para llevar adelante un proceso de dolarización unilateral”.
Además, Sica señaló que cualquier proceso de dolarización o transformación del Banco Central tendría que pasar por el Congreso, donde aun con un hipotético triunfo de Javier Milei, no cree que la actual configuración de diputados y senadores permita avanzar en esa medida.
La opinión es no sólo técnica, sino también política, ya que Sica formó parte de los equipos de Patricia Bullrich (y él, a su vez, fue ministro de Mauricio Macri), por lo que se trata de una mirada proveniente del seno de la fuerza política que expresó su reciente apoyo al libertario.
El economista fue más claro aún durante su disertación en el hotel Austral: “No me gusta la idea de dolarización –respondió, ante una pregunta del público presente-. Argentina necesita seguir teniendo una moneda para poder actuar en momentos difíciles, para poder actuar cuando hay depresiones en el mundo”.
Y añadió: “Tener una moneda implica contar con un sistema fiscal, pero también dejar de emitir de manera irresponsable para financiar el déficit público, ser ordenados con un Banco Central independiente y tener un régimen cambiario que sea compatible. Eso nos va a permitir recuperar la moneda y tener esa política monetaria”, apuntó.
En cuanto al tipo de cambio, el economista reconoció que tarde o temprano tendrá que actualizarse. Sin embargo, advirtió que una devaluación sin un programa económico consistente podría generar un traspaso inflacionario y más pobreza. Por otro lado, una corrección de precios en el marco de un programa más consistente podría sentar las bases para un crecimiento futuro.
Finalmente, Sica enfatizó que la información sobre los programas económicos de los candidatos es aún muy baja y no fue muy optimista en relación a que aparezcan en la última etapa de la campaña.
Habrá que ver si esta noche, en el último debate entre Sergio Massa y Javier Milei antes de las elecciones, surge alguna señal sobre ese programa que en teoría deberá evitar una profundización de los problemas ya conocidos, o si hay otros nuevos por conocer.