En qué consiste la "presencialidad administrada" que evalúa el Gobierno para mayo
El objetivo principal sería reducir la circulación en las zonas que presenten mayor riesgo epidemiológico. Además, una opción podría ser en lugar de asistir cinco días, solo tres. Y pedirían a las familias que las niñas, niños y adolescentes no mantengan actividades de socialización por fuera del ámbito escolar.
BUENOS AIRES - Este miércoles el presidente Alberto Fernández y el ministro de Educación Nicolás Trotta se reunieron para analizar posibilidades en el plano educativo una vez que finalicen las dos semanas por las que se estableció que las clases en el AMBA se dicten de forma virtual.
Se trató del segundo encuentro en tres días. Trotta expuso las alternativas que viene desarrollando la cartera para desplegar una agenda de presencialidad administrada que permita reducir la circulación en las zonas que presenten mayor riesgo epidemiológico debido al crecimiento exponencial de casos.
En ese sentido, Laura Lewin, especialista en educación y formadora docente, consideró en diálogo con TN que ese punto será fundamental en este contexto. “El control dentro de la escuela es mucho más riguroso que el que se hace cuando los chicos salen”, remarcó.
Trotta le presentó al mandatario opciones para evitar el cierre total de las escuelas, una hoja de ruta que se habló en el Consejo Federal de Educación con los ministros de las 24 provincias.
“Nadie pone en discusión que en el pico de una pandemia, la escuela tiene que cerrar. Pero cuando la educación es importante para un país se toman todas las medidas necesarias, siempre en un marco de seguridad, para que sea lo último que se cierra y lo primero que se abra”, consideró la experta.
En este sentido, una opción de esta presencialidad administrada podría ser en lugar de asistir cinco días, solo tres.
“Se buscan consensos”, aclaró Lewin en referencia a esta instancia. En el plan que le presentó el ministro al Presidente se prioriza la circulación de la comunidad educativa para asistir a clases presenciales por sobre otras restricciones para mitigar los contagios, el principal objetivo en plena segunda ola de coronavirus.
Además, se “solicita a las familias que las niñas, niños y adolescentes no mantengan actividades de socialización por fuera del ámbito escolar”, indicaron desde la cartera a La Nación.
La nueva modalidad, según apuntaron en el Gobierno, tiene como objetivo principal que los estudiantes no pierdan contacto con su docente. En este sentido, si fuese necesario suspender las clases presenciales por un período determinado, las escuelas también podrían mantenerse abiertas con guardias, según contempló Trotta en su propuesta.
“La comunicación en esto tiene que ser categórica, clara, contundente, no confusa. Porque sino la gente no sabe dónde esta parada: cerrás las escuelas pero nos podemos ir de vacaciones”, explicó Lewin. “Por eso hay que pensar, qué prioridad o no, tiene la educación para nosotros”, remarcó.
“Además estamos viendo un nivel de saturación, odio y bronca en la sociedad que no está bueno. Esto para los chicos es terrible: se están apareciendo mucha angustia, ansiedad y depresión como no se vio nunca, y obedece a este tironeo constante”, cerró la experta en relación con las disputas por la situación de las escuelas.