El ex titular de la compañía Emgasud, Alejandro Ivannisevich, dialogó con ADNSUR para aclarar que el pedido de investigación que ordenó la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia sobre la obra del Gasoducto Patagónico, “no tiene objeto procesal y no hay ninguna imputación, por lo que mal se puede decir que yo haya pagado una coima o que la obra tuvo sobreprecios”. 

También aclaró que la denuncia se inició por una deuda impositiva que ya está cancelada. Y dijo que está orgulloso de la obra, que cambió la vida de los habitantes del sudoeste de Chubut y que el costo fue 60 por ciento inferior al resto del mercado.

Tal como informó ADNSUR, la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia ordenó al juez federal de Rawson, Jorge Lleral, continuar investigando una serie de presuntas irregularidades cometidas durante la obra. En la publicación se citó textualmente el escrito del presidente del tribunal, Javier Leal de Ibarra, quien consignó entre sus argumentaciones que “los precios superiores habrían servido para pagar coimas y sobornos a funcionarios públicos de ese momento”.

Foto:juez Leal de Ibarra.
Foto:juez Leal de Ibarra.

En ese punto, Ivannisevich enfatizó que “eso es sólo una hipótesis de investigación, pero no es un objeto procesal. Yo nunca fui llamado a indagatoria, por lo que mal se puede presumir que hubo coimas. Eso es falso y dañino para mi imagen como empresario, debemos ser honestos intelectualmente”, aseguró, al cuestionar la publicación de esta agencia, pese a que se le indicó en reiteradas oportunidades que estaba basada en el escrito del presidente de la Cámara Federal de esta ciudad.

“No es que a mí me imputaron por pago de coimas o dádivas. Desde el principio pusimos a disposición de la justicia toda la documentación, para que realicen las pericias que quisieran, para reflejar que la obra se hizo a precios que significan el 40 por ciento de lo que era el valor de mercado en ese momento”.

El origen de la denuncia fue por infracción a la ley penal tributaria y ya se canceló la deuda con la AFIP

Para el reconocido empresario, de renombre nacional, la causa está próxima a su archivo, debido a que el origen que motivó la denuncia por parte del ex diputado Carlos Lorenzo, en el año 2007, ya caducó.

“La denuncia fue por infracción a la ley 23.769 (penal tributaria), por una moratoria que Emgasud tenía en ese momento y que ya se terminó de pagar”, precisó Ivannisevich, quien remitió la documentación probatoria a esta agencia, fechada el pasado 5 de diciembre, en la que la AFIP le notificó al juez Lleral que la deuda se encuentra cancelada.

“El motivo de la denuncia ya concluyó y lo que le dice la Cámara al juez Lleral es que no hay objeto procesal determinado”, insistió el empresario, al refutar la hipótesis del juez Leal de Ibarra que fuera reflejada por esta agencia.

Ivannisevich razonó sin embargo que el contexto en el que se hizo la obra, en el año 2006, luego de que había estallado el escándalo de Skanska (por una denuncia en su país de origen sobre el supuesto pago de sobornos en Argentina) hizo quedar bajo sospecha todo lo que se relacionara a proyectos de este tipo.

“Toda la palabra gasoducto quedó interpretada como corrupción –cuestionó-, pero acá están tan mal los conceptos que (en la causa judicial) hablan de obra pública y esto es una obra privada. Emgasud invirtió su capital y se financió a través de un esquema de fideicomiso, que se fondeó con aportes de la provincia de Chubut (que usó fondos del ISSyS y luego recuperó con intereses) y de Nación, que puso los anticipos de subsidios al gas en garrafa que pagaba para toda esa región”.

En igual sentido, Ivannisevich refirió que la obra lleva 16 años funcionando y la causa se mantuvo abierta durante 15 años porque “todo es político, pero ustedes en el título dan a entender como si yo hubiese coimeado a alguien”.

“Lo más seguro es que se declare la prescripción de la causa, porque la imputación es una infracción por una deuda tributaria que ya resuelta –añadió-. Lo más seguro que es digan que no hay objeto procesal”.

“Nosotros hicimos la obra a un precio más bajo y las certificaciones de obra las firmó la provincia”

Ivannisevich: “No hay ninguna imputación por sobreprecios ni coimas en el Gasoducto Patagónico”

Se le planteó a Ivannisevich que el texto judicial dice que “entre las inobservancias se cuenta la adjudicación directa de una obra de 300 millones de pesos bajo la figura de ‘obra por administración’, al parecer como pantalla, y los 4 roles asignados a Emgasud S.A como Gerente del Proyecto, Constructora, Co–fiduciante, y Futuro Operador de la obra, no obstante la franca incompatibilidad existente entre las funciones de, al menos, los dos primeros”.Sobre ese punto del texto legal, el empresario respondió:

“Todo eso habla de una ignorancia manifiesta de todo el proceso. Primero, porque no es una obra pública y no se encuadra como tal, sino en la ley  24.076, que es el marco regulatorio para el gas natural y que rige la construcción de todos los gasoductos en Argentina. La norma dice que esos proyectos están bajo licenciatarias y puede haber un tercero interesado, para realizar una obra que la licenciataria no quiere hacer”.

En este caso, relató, el Enargas consultó a TGS y a Camuzzi si les interesaba realizar la construcción del gasoducto, de 600 kilómetros de extensión, pero estas desistieron por encontrarse en conflicto con el país, con inversiones suspendidas y con una demanda iniciada en tribunales internacionales.

En esa circunstancia, Emgasud propuso participar de la construcción del gasoducto, lo que significó el derecho a la explotación posterior, con un esquema de financiamiento a través de un fideicomiso.

“Emgasud puso su capital para los primeros 200 kilómetros, desde el punto de partida en Cerro Dragón hasta el cruce con la ruta 40. Y el resto con aportes de la provincia de Chubut, que recuperó esos fondos con una tasa de interés; y del Estado nacional, al que le propusimos anticipar los 5 años de subsidios que seguiría aportando para el gas en garrafa en esa región –explicó el empresario-. Nuestro capital inicial y el derecho de explotación fue la garantía de que la obra se realizaría y los aportes estatales podrían recuperarse”, explicó.

Al seguir describiendo el esquema armado para la construcción, detalló que Emgasud se hizo cargo de la construcción del primer tramo comprometido, porque resultaba más barato que el costo de otras constructoras, extendiendo luego la construcción a todo el trayecto de 600 kilómetros.

“Para que no hubiera esa incompatibilidad en la que Emgasud tuviera que certificar los avances de obra que la misma empresa realizaba, se acordó que la provincia de Chubut tendría la potestad de certificar los avances, a través de una comisión que presidía Cristian Bork. Es una falacia decir que nosotros nos controlábamos y firmábamos nuestros avances –cuestionó-. Todos opinan, pero nadie ha investigado a fondo. La obra se terminó y Chubut recuperó sus aportes y también Nación se ahorró el subsidio. Estamos muy orgullosos de este proyecto, que le ha cambiado la vida a miles de familias en el sudoeste de Chubut, porque resolvió la falta de gas, que antes se abastecía con garrafas”.

“Estoy orgulloso de esta obra”

Ivannisevich dijo que defenderá la obra “a capa y espada”, porque “estoy orgulloso por cómo se concibió y se ejecutó. Si uno calcula la relación pulgada por metro, que es el modo en que se estandarizan los gasoductos, el costo ha sido de un 40 por ciento bajo los precios que se manejaban en ese momento en el resto de los gasoductos”.

“Todos salieron beneficiados –concluyó-, porque Nación aportaba 25 millones de dólares por año en subsidio, por lo que en 15 años se han ahorrado unos 300 millones de dólares. Es una obra ejemplar, pero se ha inflado todo esto políticamente”.

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