La carrera de los “vice”: Almirón y Sampaoli compiten por la Presidencia del Concejo de Comodoro

Las alianzas de Arriba Chubut y Juntos por el Cambio son las que hasta aquí han confirmado sus candidaturas tanto para la provincia como para las ciudades, por lo que en el plano local ya está lanzada la pulseada entre las fórmulas Macharashvili-Sampaoli versus Romero-Almirón.

En el primer caso, se integra por el actual vice intendente y el secretario de Gobierno, que hasta no hace mucho aspiraba o era mencionado como potencial número 1 en ese binomio. Acaso la definición final de la fórmula se vincule con una de las principales  características que se atribuyen al ahora número 2: el perfil conciliador, la disponibilidad para el diálogo.

Esa característica ha sido ponderada incluso desde la oposición al actual gobierno municipal, en tanto “Maxi” ha sido uno de los alfiles del intendente Luque a la hora de articular diálogos con el Poder Legislativo, no sólo con el oficialismo (que no siempre se ha movido en bloque, claramente), sino también con los bloques opositores.

Nacido el 14 de mayo de 1977 en Comodoro Rivadavia, Sampaoli inició su trayectoria en la función pública en septiembre de 2005, cuando comenzó a desempeñarse en la delegación local de la ANSES. De profesión abogado, ya en diciembre de 2007 fue nombrado jefe de la UDAI (Unidad de Atención Integral) de la ciudad, donde se desempeñó durante 8 años, hasta que en diciembre de 2015 asumió como concejal.

En ese cargo fue reelecto en 2019, pero solicitó licencia para desempeñarse como secretario de Gobierno en la gestión de Juan Pablo Luque. Durante todos los meses en que su nombre ocupó las páginas políticas, luego de que a fines del año pasado se supiera que el nombre elegido por su jefe político, para intentar sucederlo, era el suyo en lugar de Germán Issa Pfister, mantuvo una actitud proactiva a favor de un consenso amplio, aun cuando las distancias entre Luque y Macharashvili eran evidentes.  

También se le escuchó, en las últimas dos semanas, cierto cansancio ante la falta de definiciones, lo que es entendible en este tipo de circunstancias. No obstante, si le tocara ganar y ser el vice intendente, acaso las mismas características de diálogo lo califiquen bien para la conducción del recinto legislativo, mientras espera otros 4 años para ver si le llega el turno para competir, esta vez sí, por la Intendencia. Antes, obviamente, tendrán que ganar en el próximo turno electoral, que está a la vuelta de la esquina.  

EN LA VEREDA DE ENFRENTE

Su contendiente en la fórmula de Juntos por el Cambio es otro dirigente de extracción peronista, aunque Guillermo Almirón se declara desencantado desde hace algunos años con respecto a la dirigencia partidaria.

Almirón es licenciado en Ciencia Política y comenzó en la función pública en el año 2007, cuando asumió como concejal y presidió el bloque justicialista en el inicio de la gestión de Martín Buzzi como intendente de Comodoro. Precisamente el entonces jefe comunal lo convocó para desempeñarse como secretario de Gobierno meses más tarde en agosto de 2008, cargo que ocupó hasta julio de 2010, cuando reasumió su banca de concejal.

Al año siguiente, ya con Buzzi gobernador, Almirón asumió la Secretaría General de Gobierno, cargo que reemplazó a la coordinación de Gabinete, en el que se desenvolvió durante un año, para ocupar después otras áreas en el mismo gobierno.

Entre 2015 y 2019 volvió a ser concejal, mientras que en aquel último año fue pre candidato a la Intendencia, con un discurso crítico hacia la gestión peronista de Carlos Linares y quien sería su sucesor. Aunque perdió la interna frente a Juan Pablo Luque, esa elección le permitió cosechar unos 20.000 votos en la ciudad, que junto a los casi 29.000 de su vencedor, representaron en aquel momento el 48% de los sufragios de la ciudad.   

En este turno electoral, Almirón volverá a enfrentar al oficialismo representado por Luque, aunque no ya en un plano interno, sino desde una estructura partidaria opuesta al justicialismo, en el que empezó a militar desde sus tiempos de estudiante secundario.

A partir de su alejamiento en el último tiempo, ya había decidido armar su propio partido municipal, si bien todavía no terminó de oficializarlo y en esta instancia participará como extra partidario. Por lo demás, sabe que ha emprendido un camino de difícil retorno, cualquiera sea el resultado de las próximas elecciones.

 Aunque en política, ya se sabe… “nunca digas nunca”.