COMODORO RIVADAVIA (Por Raúl Figueroa / Especial para ADNSUR) La interna petrolera en Chubut comenzará a vivir en la segunda parte del año su etapa más caliente, ya que en los próximos días debería oficializarse el cronogramade presentación de listas y la definición de candidaturas que pugnarán por la conducción que hoy ostenta Jorge Ávila. La presentación de la lista blanca concretada este sábado, encabezada por Carlos Martínez, no sería la única en participar, ya que se aguarda la definición de Mario Mansilla y una cuarta posición que saldría del seno de la actual comisión. ¿Cuál es el rol del poder político en la definición de unos de los sindicatos más poderosos -por capacidad de movimiento, poder de fuego estratégico y respaldo económico- del país?
El oficialismo no atraviesa su mejor momento: el escenario de crisis es al mismo tiempo desafío para mostrar resultados concretos de capacidad de gestión o pagar las consecuencias de un ciclo de precios bajos de consecuencias todavía imprevisibles.
Los buenos indicadores emanados desde la OPEP de cara al segundo semestre, con una producción de crudo por primera vez superada por la demanda luego de varios años, augura un escenario de precios estables, pero esa cierta estabilidad internacional no trae efectos inmediatos a la región.
Si bien el anuncio de inversiones de PAE en Casa Rosada posibilitaría frenar la caída del nivel de perforación y producción en Chubut durante los 5 meses que quedan del año, la situación para los petroleros todavía aparece complicada en varios frentes: el acuerdo paritario firmado no termina de ser aceptado por la CEOPE, lo que podría deparar un nuevo escenario de conflictos.
Ávila supo asumir liderazgo - del que deja libre el propio poder político- durante la primera mitad del año: se puso la crisis al hombro, demostró capacidad de movilización y desactivó de a uno los conflictos que fueron surgiendo en empresas de servicios petroleros.
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De la capacidad para atenuar los impactos y disminuir al máximo los efectos negativos dependerá gran parte de la chance electoral de Ávila, cuya figura aparece con cierto nivel de desgaste por el mero hecho de ser casi el único protagonista gremial de una comisión directiva que no ha mostrado otros perfiles –se habla de una gran dispersión de dirigentes- capaces de apuntalar la gestión, a excepción del “todo terreno” Carlos Gómez.
MARTÍNEZ Y EL APOYO DE MADERNA
Desde la oposición, Carlos Martínez presentó ayer su lista blanca, agrupación “13 de Diciembre”, con una concentración de afiliados que apuntó a mostrar poder de movilización.
En su mirada crítica, se cuestiona la participación política de la conducción actual, a la que acusan de quitar energía a la acción gremial por sobre la partidaria: “Loma critica a los CEO, pero él es presidente de una empresa”, le endilgan, en relación al manejo de Petrominera, que fue el sello del pacto –de conveniencias políticas mutuas- con Mario Das Neves tras haber jugado todas las fichas gremiales a la figura de Martín Buzzi en la última elección.
No renunciamos a la participación política, pero la prioridad es lo gremial: la obra social está en muy mal estado y con poco se hubiera podido formar una mutual, para mejorar los precios de compra de la familia petrolera”, cuentan sus operadores.
De hecho, también Martínez tiene apoyo político. Se habla del vínculo con el intendente Adrián Maderna, quien vería en esta agrupación una puerta de entrada a la urbe petrolera, en la construcción política del joven dirigente valletano.
Sumado a cierto distanciamiento que se habría producido entre Linares y Loma, habrá que ver los próximos movimientos una vez definida la grilla final.
El ex intendente, Néstor Di Pierro (actual director de YPF en representación de Chubut) manifiesta tener “amigos” en ambos sectores: “Yo no tengo problemas con ninguno de los muchachos”, se le escuchó decir semanas atrás, ante algún reproche por su acercamiento a la oposición.
Además del movimiento de trabajadores y alineamientos políticos, queda por ver la decisión del “jugador silencioso”: en cada elección, las operadoras petroleras también hacen su apuesta. Apoyarán al que mejor garantice un aterrizaje suave sobre el nuevo escenario de fines de 2016, que implica mercado libre –por definición política del gobierno de Mauricio Macri- y fin de los precios sostén para el barril.
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MANSILLA Y KRUGER
No serían sólo dos los jugadores. Todavía se aguarda la definición de Mario Mansilla, cuya banca de diputado provincial por el dasnevismo y su carácter de jubilado genera dudas en torno a si podrá presentarse por sí mismo o si elegirá a un representante.
Y aparece en escena una cuarta lista (amarilla y roja), encabezada por Albino Kruger, que contaría con el apoyo de Rudy Fornier –quien había sido uno de los puntales para el triunfo de Avila en 2012, con incidencia en la empresa Petrosar-. ¿Apunta a dividir la oposición, o refleja la fractura definitiva del oficialismo?
En los próximos días se conocerán definiciones que terminarán de configurar el mapa para la interna petrolera.
