Los tres meses de Gerardo Merino como intendente de Trelew que equivalen a un año y la preocupación por contener la demanda social
Terminada la etapa del diagnóstico de la "herencia recibida" ahora debe verse la gestión de gobierno. Cuáles son las principales apuestas para sacar adelante la ciudad y por qué al Concejo Deliberante le espera un rol clave. El "gigante" que genera expectativas y el imperioso respaldo del gobierno provincial.
La semana que pasó no fue una más en materia política en la ciudad de Trelew. Y particularmente para el intendente Gerardo Merino que transitó dos hechos que marcan su vida política coincidentemente el mismo día, pero con un año de diferencia. Hablamos del 5 de marzo.
Ocurre que durante esa jornada que hace exactamente 365 días atrás cayó un domingo, Merino se imponía en una gran batalla interna dentro de su partido al ganarle la elección a un por entonces favorito precandidato a la intendencia de la ciudad como lo fue Federico Massoni.
Es que el ex ministro de Seguridad de la Provincia había recibido el apoyo tanto de gran parte del radicalismo local y provincial como incluso de la conducción partidaria nacional. Pocos eran los que confiaban en que el joven veterinario podría imponerse aquel día y convertirse en el principal candidato a intendente de la oposición de una Trelew, que por oportunismo político del ex intendente Adrián Maderna, había adelantado las elecciones municipales para mediados de abril. Es decir seis meses antes de las generales nacionales.
Y entre esos pocos que fueron contra la corriente estuvo el actual gobernador Ignacio Torres.
Sucede que el ahora mandatario provincial jugó fuerte en su ciudad natal y le brindó todo su apoyo a Merino sin importar que su candidato fuera radical. Torres supo leer la necesidad de cambio planteada por gran parte de la sociedad trelewense pero sobre todo capitalizar el error del peronismo que fue dividido en las elecciones municipales entre candidatos que compitieron a través de otras expresiones políticas.
Aquel 5 de marzo comenzó entonces el camino de Merino hacia la intendencia de Trelew y el 5 de marzo que acaba de pasar fue el día en el que por primera vez como intendente de la ciudad dio apertura a las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante.
MUCHO MÁS QUE TRES MESES
El tiempo transcurre sin darnos cuenta y Merino acaba de cumplir tres meses como intendente de Trelew.
Se trata de 90 días según el calendario pero que en su caso podrían contabilizarse como muchos más teniendo en cuenta la interminable transición que debió recorrer desde el 16 abril, cuando resultó electo intendente, hasta el 10 de diciembre pasado cuando finalmente pudo sentarse en el principal sillón de la calle Rivadavia de Trelew.
Gran parte de lo transitado hasta acá tuvo que ver con hacer un seguimiento de la "herencia recibida" en la Municipalidad y por lo tanto efectuar un inventario de todo lo que se encontró, o no, y marcar el camino a seguir.
El martes que pasó, el 5 de marzo, el intendente le habló a los concejales y a los vecinos de la ciudad. Describió el estado deplorable en el que recibió la Municipalidad, no solo en materia de infraestructura, sino también en cuanto a deudas millonarias y prometió cambiar el destino de Trelew.
Aseguró que quiere dejar atrás la etapa de echar culpas sobre lo que encontró, pero por lo pronto avanzó en denuncias penales en la Fiscalía de Trelew ante irregularidades detectadas en expedientes de compra de alimentos que se pagaron y nunca se entregaron, según indicó, entre otras anomalías que pronto también saldrán a la luz.
La decisión es denunciar toda vez que se reúnan pruebas ya que caso contrario podría interpretarse que de no hacerlo pasaría a ser cómplice de alguna irregularidad.
PREOCUPACIÓN POR LO SOCIAL
Pero si hay un punto que no pasó desapercibido del discurso que el martes pasado brindó el intendente de Trelew fue el referido al capítulo de la situación social que atraviesa una gran mayoría de los vecinos de la ciudad.
La crisis no es de ahora. Es cierto, pero se agudiza aún más con los recortes de fondos provenientes del gobierno nacional lo que hace imperioso atender la emergencia.
Por eso no fue menor que ante los concejales, Merino haya expresado que "este año será muy difícil de transitar", asegurando sin titubear que "en cuanto a lo social avizoramos una crisis muy grande".
El complicado panorama es compartido también desde la oposición. Ninguna voz contradice la delicada situación que atraviesa la ciudad, incluso una de esas principales figuras, como es la del ex candidato a intendente del Frente de Todos y actual diputado provincial, Emanuel Coliñir, no lo niega.
"Estoy conforme con la dimensión que le da a la emergencia social" dijo el jueves de la semana que acaba de finalizar el legislador provincial luego de la reunión que por más de una hora mantuvo con Merino en el despacho principal de la Municipalidad, el mismo espacio por el que ambos compitieron el año pasado.
"Está priorizando recursos para atender la demanda social", afirmó también.
Lo cierto es que la demanda es enorme y los recursos parecen no alcanzar. Por eso será fundamental la presencia y el acompañamiento del gobierno provincial para enfrentar un año, que como reconoce el propio intendente "será duro y difícil" de sobrellevar.
LAS PRINCIPALES APUESTAS
Si bien desde la oposición salieron a marcar que al nuevo intendente le faltó brindar más detalles de las propuestas a implementar hacia adelante y la planificación de cómo se concretarán los cambios que tanto necesita la ciudad, la nueva gestión apuesta a ejes como la producción y el turismo, la llegada de nuevas inversiones y el desarrollo de un estado municipal más ágil, menos burocrático.
En este punto es que para este año el Ejecutivo local enviará al Concejo Deliberante un paquete de modificaciones de ordenanzas, en algunos casos, obsoletas, con el objetivo de facilitar trámites en beneficio de la apertura de nuevos comercios e industrias, dejando atrás las trabas que desalientan la generación de puestos de trabajo.
Hay además cifradas expectativas en la pronta inauguración de la ampliación del Museo Paleontológico Egidio Feruglio, que lo convertirá en el más grande de Sudamérica en su tipo.
Merino sabe que la habilitación de este gigante en pleno centro de la ciudad dinamizará la llegada de extranjeros y turismo nacional, por lo que la expectativa es grande en materia de radicación de nuevas inversiones que necesita Trelew.
El MEF, como todos los conocemos, contará entre otras comodidades con un centro de convenciones con capacidad para albergar 1.000 personas, lo que demandará tarde o temprano ampliar la capacidad de alojamiento que actualmente tiene la ciudad y que está estancada en 1.200 plazas contra las casi 8.000 que ofrece Puerto Madryn a sólo 60 kilómetros de distancia.
LA PRODUCCIÓN COMO MOTOR
Pero si hay algo a lo que Trelew debe apostar es a recuperar el perfil productivo que supo tener.
El tema fue abordado en esta misma columna desde distintas aristas y aún todo está por hacerse. Por eso generó expectativas el anuncio que el gobernador Ignacio Torres realizó al inaugurar las sesiones ordinarias de la Legislatura Provincial el 1 de marzo tendiente a avanzar en una Subzona Franca para Trelew.
La posibilidad de concretar beneficios impositivos fue tomada como una bocanada de aire fresco para el alicaído Parque Industrial de Trelew que ansía volver a tener el esplendor de las décadas del 70 y 80 pero con un perfil renovado.
La decisión política parece estar, pero hace falta primero avanzar en inversiones que son vitales para ese crecimiento. Y uno de esos puntos esenciales está centrado en poder de una vez por todas poner a punto la prestación de servicios básicos, como la distribución de agua e incluso la seguridad.
Para ello incluso será necesario previamente sortear trabas legales que desde hace años impiden la radicación de nuevas industrias, entre otras cuestiones, porque existen tierras en manos de empresas que hace años no funcionan más en la ciudad pero que siguen teniendo la tenencia.
Y en ese contexto no es menor poder remontar el proyecto de la Central de Cargas, una iniciativa que surgió hace más de 20 años y que pese al paso de los distintos gobiernos aún no pudo concretarse.
Sin embargo y mientras se sigue debatiendo en torno a tales propuestas para reactivar la ciudad, hay un factor que también es clave para el desarrollo de Trelew: la lucha contra la inseguridad.
En este contexto es que tanto las autoridades locales como provinciales prometen que el tan ansiado Comando Unificado de Seguridad, que proporcionará el arribo de fuerzas federales para combatir los hechos delictivos, llegará antes que finalice el mes.
Tanto desde el gobierno de la provincia como desde la Municipalidad aseguran que sólo resta la reglamentación de la Ley que recientemente aprobó la Legislatura en una sesión extraordinaria para que la puesta en marcha del Comando se haga efectiva.
Mientras tanto los días pasan y las expectativas crecen de igual manera que la vuelta de reiterados cruces entre el poder político y la justicia en torno a un flagelo al que por ahora lejos se está de darle una solución definitiva.