Para el hijo de Lázaro Báez, "ahora defienden a mi papá porque Florencia Kirchner no tiene fueros"
Leandro, hijo mayor del empresario de origen correntino, se mostró decepcionado por la nula defensa de la vicepresidenta de la Nación y su familia para con su padre. "Esperaba de Cristina, de Máximo Kirchner un gesto", dijo y advirtió: "Cristina Kirchner debe estar preocupada porque si Lázaro es emblema de la corrupción, no puede haber corrupción sin funcionarios”.
CAPITAL FEDERAL - A poco menos de una semana de la condena hacia Lázaro Báez, uno de sus hijos, Leandro, rompió el silencio y aseguró que Florencia Kirchner "no tiene fueros como Máximo, por eso ahora salieron a defender a Lázaro".
Los dichos del hijo del empresario corresponden a una entrevista brindada al diario Clarín, donde Leandro, el mayor en la línea de sucesión de Lázaro, remarcó además que él dice "mi verdad y lo que muchos piensan pero nadie se anima a decir ".
"Su amigo lo ayudó, claro que lo ayudó, en el sentido que le dijo que se anime con la empresa y que la prepare para los contratos que se iban a volcar en la provincia", explicó ante la pregunta de si hay forma de explicar la fortuna de su padre sin los negocios con la familia Kirchner, y profundizó: "Cristina Kirchner debe estar preocupada porque si Lázaro es emblema de la corrupción, no puede haber corrupción sin funcionarios y se dijo que el delito precedente era la obra pública”.
Por otro lado, Leandro Báez asegura que lo que le sucedió a él y a sus hermanos "puede ocurrirle a Máximo y a Florencia Kirchner" porque la Justicia "demostró que puede avanzar en ese sentido".
Respecto a la relación con la familia presidencial, el joven de 30 años asegura que “existió, es claro”, pero enfatiza en que si bien hubo negocios con los Kirchner, "todos sus bienes están delcarados".
Además, se mostró decepcionado por la poca reacción de la vicepresidenta de la Nación y su familia para con su padre. "Esperaba de Cristina, de Máximo Kirchner un gesto", y recuerda que cuando habían pedido la detención de él y sus hermanos viajaron en el mismo vuelo de Aerolíneas con Máximo.
“Ese día nos putearon a nosotros diciendo que nos habíamos robado todo, Máximo se subió a un auto azul con Wado de Pedro y se largó. Eso nos dio la pauta de que a Lázaro le habían soltado la mano”, completa. Y cierra: "Hicieron un intercambio de figuritas y lo dejaron a él como emblema de la corrupción y se olvidaron de los funcionarios”.