Segunda ola de coronavirus: preocupan las salidas nocturnas y los encuentros privados en casas
El cierre de actividades dispuesto por Axel Kicillof entre las 2 y las 6 de la mañana y el límite de hasta 10 personas para las reuniones sociales, son dos medidas que Nación ve con buenos ojos si la curva de contagios sigue en ascenso depsués de Semana Santa.
BUENOS AIRES (ADNSUR) - La confirmación de que en Argentina ya hay transmisión comunitaria de las nuevas cepas encendió las alarmas del Gobierno, donde se mira con especial preocupación las salidas nocturnas y los encuentros privados en casas. Son, según se evaluó en la reunión con el comité de expertos sanitarias que encabezaron este lunes el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, la principal causa de contagio ya que no contempla protocolos e implica un relajamiento por parte de las personas.
El análisis que se hizo en la cumbre en Casa Rosada apuntó a agotar las instancias para concientizar a la gente, con campañas masivas en los medios de comunicación, pero con la premisa de hacer un monitoreo “minuto a minuto” y volver a evaluar la situación post Pascuas.
“Cambiar ahora, cuando ya estamos casi en Semana Santa puede ser perjudicial porque la peor medida es la que no se acata. Pero si la curva de contagios sigue, no va a haber demasiadas opciones”, evaluó uno de los presentes en el encuentro en el Salón Eva Perón.
El cierre de actividades dispuesto por Kicillof entre las 2 y las 6 de la mañana y el límite de hasta 10 personas para las reuniones sociales son dos medidas que el Gobierno ve con buenos ojos. De hecho, como contó Clarín, la Casa Rosada viene exigiendo más iniciativa a los gobernadores y "coparticipar" los costos políticos que representan los cierres, por lo que gestos como el del mandatario bonaerense, o el de sus pares Jorge Capitanich (Chaco) y Ricardo Quintela (La Rioja) que también tomaron decisiones, fueron destacados en Balcarce 50.
El comité de expertos, integrado por Angela Gentile, Gustavo Lopardo, Pedro Cahn, Javier Fariña, Pablo Bonvehí y Tomás Orduna, le aconsejó a los funcionarios del Gobierno intensificar los mensajes que convoquen a la responsabilidad individual.
Por parte del Gobierno nacional, el filósofo Alejandro Grimson y el secretario de Medios y Comunicación Pública, Francisco Meritello, tomaron nota del pedido y comienzan a trabajar en una línea discursiva que, nuevamente, ponga al cuidado personal como la principal herramienta para prevenir los contagios.
En el Gobierno afirman, en sintonía con lo que plantearon el lunes los especialistas, que “las actividades con protocolos no implican mayores riesgos”, por lo que descartan medidas que afecten a la industria, la producción y el comercio. No lo dirán públicamente, pero por lo bajo en el Gobierno admiten que el contexto económico y la imposibilidad del Estado de afrontar el pago de subsidios como la IFE y el ATP también influyen en esa decisión.
En ese sentido, incluso Pedro Cahn, uno de los más rigurosos el año pasado a la hora de reclamar un aislamiento duro, en este contexto dijo que “no es necesario” volver a una fase 1.