Trelew frente a la transición más larga de Chubut y los informes que Maderna y Merino están obligados a presentar a los vecinos
Por qué hay dos fechas clave en lo político y no todo pasa por el 10 de diciembre. Auditoría y Orden como las únicas salidas y cuáles son los números que asustan. Deudas millonarias y la que ya se volvió “impagable”.
Mientras Trelew continúa viviendo la que ya es la transición más larga de toda la provincia, producto del adelantamiento de las elecciones municipales al mes de abril, en el escenario político de la ciudad se vienen fechas claves para lo que será el cambio definitivo en la conducción de la Municipalidad.
Sucede que en Trelew no todo está circunscripto al 10 de diciembre cuando, después de ocho años Adrián Maderna deje de ser el intendente para darle paso a su sucesor, Gerardo Merino. Lo que ocurre es que un mes antes del obligado traspaso de mando los vecinos deberán empezar a conocer definitivamente en qué situación se entrega el municipio al nuevo gobierno.
Esto es así debido a la legislación aprobada por los concejales de la ciudad que establece que la gestión saliente tiene que presentar un informe final del la realidad municipal a las que serán las futuras autoridades para que, a su vez desde el Concejo Deliberante tal información sea divulgada a la comunidad.
Pero hay más. También el nuevo gobierno de Gerardo Merino deberá cumplir con una obligación similar, aunque claro está que eso sucederá un tiempo después de comenzar a conducir los destinos de la ciudad, algo que explicaremos más adelante en este informe.
Lo concreto es que estas formalidades de ambos lados tienen que ver con respetar nada más y nada menos que la ordenanza que hace unos meses aprobó el Concejo Deliberante bajo el nombre "Regulación del período de transición de gobierno", que no es otra cosa que la normativa que fija las reglas de juego entre la administración que se va y la que llega.
Por eso fue importante también la conformación de una comisión de transición integrada por cinco representantes del actual gobierno y otros cinco de la futura gestión que por estos días andan en una suerte de relevamiento consensuado de lo que pasa puertas adentro del edificio municipal.
Problemas son los que sobran en Trelew, por eso la nueva gestión no tiene opción: deberá apuntar desde el día uno a un ordenamiento total. Y es en ese contexto que la palabra AUDITORIA, así en mayúsculas, resuena cada vez más.
Números que asustan
Ahora bien. ¿Qué tipo de información deberá contener ese informe final?: básicamente todo, es la respuesta. Aunque hay puntos que son imprescindibles de conocer.
En primera instancia la situación económico-financiera en la que está la Municipalidad, cómo están sus cuentas y qué disponibilidad de fondos hay en las arcas para arrancar la nueva gestión. Y con ello conocer fehacientemente la cantidad de personal, ya sea de planta permanente y política además de los contratados.
Hasta ahora lo que se sabe en ese sentido es que la planta permanente de empleados municipales estaría conformada por unos 1.700 trabajadores, aunque la mayor preocupación está centrada en lo que pasa en la planta transitoria: a esta altura un mundo de personas en el que se estima están comprendidas unas 3.000 almas entre contratados y becas, que como ya hemos informado en esta columna, en la mayoría de los casos apenas si llegan a los 30.000 pesos mensuales.
Y en cuanto a los cargos políticos hay un exceso de los mismos. El organigrama se fue diversificando a lo largo de los ocho años de la administración de Adrián Maderna a tal punto que muchos califican el panorama como “desmadre”. Es por la proliferación de áreas que se superponen con otras junto a la enorme cantidad de Coordinaciones Generales que están por debajo de las Secretarías y de las que poca información se tiene. A eso hay que agregarle un sinnúmero de direcciones.
También el informe que el madernismo deberá presentar ante Merino tendrá que abarcar un capítulo relacionado a los juicios en trámite que afronta el municipio, así como otros puntos referidos a contrataciones y concesiones. Sin dejar de lado el pago a proveedores, muchos de los cuales han judicializado su situación ante las viejas y abultadas deudas que mantiene el municipio.
Otro aspecto sustancial tiene que ver con los además compromisos y obligaciones de pago además de las licitaciones en proceso de adjudicación. Y por supuesto los bienes que posee la Municipalidad junto a la situación relacionada al pago de alquileres, que poco y nada se sabe públicamente.
Pero además no es menor saber en qué situación se encuentran las obras ya comprometidas y cómo se encarará la solución para aquellas que quedaron abandonadas a la suerte de Dios.
Millones y más millones
Y sin dudas un capítulo aparte y uno de los más importantes es el relacionado a los servicios públicos. El estado en el que están todas esas concesiones y sobre todo las millonarias deudas que se arrastran.
Porque si bien no hay un informe específico sobre la sumatoria de las mismas, se sabe que la empresa concesionaria de la recolección de los residuos reclama al municipio 600 millones de pesos, que “El 22” que presta el servicio de transporte urbano de pasajeros asegura que están 500 millones abajo, en tanto que la Cooperativa Eléctrica mantiene una demanda por 500 millones contra la Municipalidad por facturas impagas.
Aunque eso no es todo en relación a la prestataria de los servicios de agua, cloacas y energía eléctrica. Porque también hay otra demanda de la entidad cooperativista por la suma de 4.500 millones de pesos por el retraso tarifario que, según indican sus autoridades, no le permite a la prestataria afrontar una deuda que ya es considerada prácticamente como “impagable” con la empresa distribuidora de energía mayorista Cammesa, a la que le debe más de 12.000 millones de pesos.
Y por si todo esto fuera poco, el informe también debe tener un capítulo dedicado a lo social. Un tema por demás dificilísimo de encarar en una ciudad empobrecida en todo sentido. Por eso tener el diagnóstico de lo que está pasando dentro de esa área será clave para delinear el programa al que apunta Merino para generar asistencia a los más vulnerables, pero con un ingrediente especial: desarrollo.
En efecto, el intendente electo está enfocado en cambiar la manera de asistir a los que más lo necesitan generando las condiciones para que ese universo de personas pueda salir de ese círculo que nos le permite desarrollarse. Por lo que el planteo en este sentido será el de empezar lisa y llanamente de cero para poder generar empleo genuino.
Orden, la palabra clave
Por eso y a medida que el proceso de transición sigue buscando llegar al tan ansiado 10 de diciembre, y se comienzan a tener certezas sobre determinados temas, quienes serán parte del gabinete de Merino coinciden en afirmar que para cambiar la situación en la que está Trelew se requiere de orden.
Y así es. El municipio está desordenado. Y mucho. Demasiado.
Por eso mientras la actual gestión avanza en la elaboración de ese informe final el cual verá la luz en poco tiempo, quienes se están preparando para asumir también están haciendo en la medida de sus posibilidades su propio relevamiento porque entienden que es indispensable poder comprobar que esa información que recibirán del madernismo sea real.
La gestión que se va no sólo debe cumplir con elaborar toda esta información, sino que también a partir de la sanción de la ordenanza que fija las reglas de la transición se comprometió a no realizar designaciones de personal y ascensos.
En efecto el texto normativo establece que mientras dure este período la Municipalidad “no podrá hacer designaciones de personal temporario, permanente u ocasional, técnico, profesional o administrativo”. Además, tampoco podrá modificar “la nómina de personal mediante ascensos, recategorizaciones o traslados”.
Y otro dato no menor: “ninguna autoridad del gobierno saliente podrá suspender el pago de compromisos u obligaciones vigentes que tengan asignación de fondos”.
Asimismo, la administración saliente deberá informar a la entrante sobre “contrataciones, ventas, transacciones y licitaciones proyectadas antes de finalizar el mandato”.
De todos modos, habrá números y acciones que la futura administración conocerá una vez que tome las riendas del municipio.
Nombres y sillones calientes
En tanto y mientras esto sucede en el interior de esta transición consensuada entre los que se están yendo y los que vienen llegando, el intendente electo avanza en la conformación de quienes lo acompañarán al menos en la primera etapa al frente de la Municipalidad.
ADNSUR ya informó gran parte de esos nombres, pero a medida que pasan los días el equipo de colaboradores sigue sumando personas por lo que es bueno hacer un repaso para conocer a los futuros funcionarios.
Mario Romeo será el secretario de Gobierno y Jorge Hernández oficiará de coordinador global del municipio, por lo que en ellos recaerá gran parte de la responsabilidad del futuro gobierno.
Otro hombre de confianza del intendente electo es Leandro Ferrario a quien le tocará la función de coordinador general de Relaciones Institucionales, en tanto que para la complicadísima tarea de ordenar los números el nombre que aparece con más posibilidades de sentarse en ese sillón caliente es Gustavo Martín Paz.
Por su parte Mariano Hernando, de estrecha relación con el futuro intendente, fue confirmado como coordinador de Gabinete de la Municipalidad.
A esos nombres en las últimas horas se sumaron los del reconocido locutor y hombre de trayectoria en medios de comunicación Alberto Viegas para conducir el área de Cultura y el de María Emilia Damadio, una docente que actualmente ejerce en una escuela especial de Trelew y que será la futura directora municipal de Educación.
En lo que respecta a Turismo, un área en la que Merino tiene puestas muchas expectativas para poder sacar a Trelew adelante, se sabe que llegará una mujer para ocupar el lugar de coordinadora dentro de lo que será la nueva Secretaría de Producción, Turismo, Comercio e Industria.
En cuanto al área de obras públicas el intendente electo ya confirmó que esa secretaría tan estratégica para la ciudad será dividida en dos sectores. Por un lado, estará Planeamiento y Obras Públicas y por otra parte lo referido a Servicios Públicos. Para esos puestos los elegidos son el arquitecto Federico Ércoli quien será el titular de Planeamiento y Obras Públicas, en tanto que Sergio Hudson, hombre de carrera municipal, será el responsable de Servicios Públicos.
Y finalmente queda el área más sensible y en la que todavía Merino no pudo encontrar a la persona más idónea para enfrentar semejante desafío: Asistencia Social.
Ocurre que si bien el intendente electo se había inclinado por una mujer de la que había indicado tenía experiencia en la función pública, debió dar marcha atrás ante problemas personales que la propia profesional comunicó, por lo que aún es incierto el nombre de quien se sentará en otro de los sillones más complicados que tiene la intendencia junto al área de Hacienda.
La obligación de Merino
Al iniciar este informe hablábamos de las obligaciones que también la futura gestión está comprometida a cumplir de acuerdo a la ordenanza vigente. La nueva administración deberá, al igual que el madernismo, informar a los vecinos de la ciudad –en su caso- sobre la situación en la que recibió el municipio.
Claro está que eso no será de manera inmediata, sino que habrá que esperar para conocer esos datos que deberán ser cruzados con los proporcionados por la gestión saliente.
El plazo para presentar ese informe se estableció en 60 días, es decir que el intendente Merino tendrá dos meses para hacer el diagnóstico de lo que recibió para luego volcarlo de lleno a la comunidad lo que permitirá hacer una comparación entre lo que se dijo que se entregó con lo que se detectó.
A partir de eso entonces se tomarán decisiones que marcarán el rumbo que deberá tener la ciudad, que en pocos días más se apresta a celebrar un nuevo aniversario. Eso será el próximo 20 de octubre.
Por lo pronto todas las señales apuntan a que habrá una fuerte reducción del gasto público con la eliminación de cargos políticos, un impulso a las actividades productivas y turísticas y la puesta en marcha de un plan que permita el mejoramiento de calles y espacios públicos durante al menos los primeros seis u ocho meses de gestión.
Los vecinos así lo esperan. Y también el intendente electo, Gerardo Merino y el futuro gobernador de la provincia, Ignacio Torres, que ansía que la ciudad que lo vio nacer recupere el protagonismo que nunca debió haber perdido.