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Una falla hepática la dejó en coma, se recuperó gracias a un donante y ahora con 63 años comenzó a hacer senderismo: “para mí es una felicidad plena”

“He tenido muchas escapadas, pero allá arriba no me quieren”, dice Silvia Cárdenas entre risas, con esa alegría y calidez que la caracterizan a pesar de haber pasado tantas malas. Es que tres veces estuvo cerca de la muerte, pero la última fue la peor. Una falla hepática fulminante la dejó en coma de un día para otro, esperando un trasplante de urgencia del que dependía su vida. Fue todo fugaz y pensaron que era el final. Sin embargo, el donante llegó, ella se recuperó y poco tiempo después comenzó a incursionar en el senderismo, demostrando que nunca es tarde para seguir viviendo.