"¿Porqué fueron tan malos con mi hijo?": la pregunta del padre de Fernando Báez Sosa a días del juicio
El juicio comenzará el próximo lunes 2 de enero, unos días antes de que se cumplan tres años del crimen de Fernando Báez Sosa en 2020.
A días del comienzo del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, su padre prestó diferentes declaraciones. Pese a que reconoció que será muy duro, aseguró que desea escuchar lo que tienen para decir los acusados.
“¿Por qué fueron tan malos con mi hijo?”, se preguntó el hombre. Silvino Báez exigió la perpetua para que funcione como una condena ejemplar. Sin embargo, la familia de la víctima espera poder conocer cómo fueron los últimos momentos de Fernando.
"Espero tener la fuerza para escucharlos y saber qué dicen, qué pasó esa noche, por qué eran tan malos con Fernando, por qué le pegaban a traición. Le rompieron la cabeza a patadas, quiero escuchar lo que van a decir”, expresó el padre de Fernando. De igual forma, aseguró que “nunca” tuvieron contacto con los ocho imputados por el crimen o con sus familias.
El juicio comenzará el próximo lunes 2 de enero, unos días antes de que se cumplan tres años del crimen de Fernando Báez Sosa en 2020. Al respecto, Silvino Báez indicó: “Nuestra vida está condenada” y agregó: “Lo nuestro es levantarnos todos los días extrañando a Fernando”.
Silvino afirmó el diálogo con TN que su cabeza “ya está centrada en el juicio”. Con respecto a cómo se encuentra su mujer, el padre de Fernando contó: “A veces me pongo a pensar y digo qué podría dar por ella para devolverle la felicidad. Anda triste, preocupada, ansiosa. Pero tiene fuerza y va para adelante, va por todo por su hijo, para que pueda tener justicia”.
Las épocas de las Fiestas son difíciles para la familia Báez; por eso, este año pusieron todos los videos que tenían con Fernando, pero el llanto se apoderó de ellos.
En ese sentido, el padre relató que tiene “montones de audios de él en WhatsApp” y cada vez que se siente mal los escucha. “A veces me siento más tranquilo y a veces, pero; trato de no demostrar tanto, la procesión va por dentro”. “A veces me cuesta mirar la foto de mi hijo fijamente porque no puedo creer lo que le pasó. Un pibe que era bueno, cariñoso, no tenía vicios, le gustaba divertirse”, concluyó.