"Caty", la única alumna de cuarto grado de un pueblo de Chubut que prometió a la bandera
El día de la promesa a la bandera fue un evento más que especial, donde se cuidó cada detalle y participaron los 53 habitantes del pueblo. La mamá de Caty contó los detalles del emotivo acto.
Caterina Solange Torres, conocida por todos como "Caty", fue la única alumna de cuarto grado de la Escuela N° 212 del pueblito chubutense El Escorial en prometer a la bandera.
No solo fue un día especial para ella y su familia, sino también para toda la comunidad que se organizó para acompañarla en este día.
En El Escorial, un pueblo de 53 habitantes, solo hay 13 alumnos en la escuela: uno en jardín de infantes, seis en primaria y seis en secundaria. Caty comparte el aula con tres compañeros de primer grado, uno de tercer grado y uno de quinto grado.
Carlos Rodríguez, quien llegó desde Santiago del Estero, se encarga de organizar la clase para cada uno de sus alumnos. "Caterina es una muy buena alumna, le gusta estudiar y siempre ayuda a los más chicos", contó a ElTrece.
Valeria Torres, mamá de Caty, reconoció que la pequeña de 9 años estaba muy emocionada por prometer a la bandera, al igual que su familia. “Ser madre soltera no es fácil, y ver a mi hija que promete a la bandera es un orgullo”, afirmó según publica TN.
El día de la promesa a la bandera fue un evento que se preparó cuidadosamente en cada detalle y donde todos colaboraron: Las mamás de la escuela prepararon empanadas y pizzas, mientras que Élida, una de las vecinas más antiguas del lugar, preparó una enorme torta de crema, dulce de leche, frutilla y duraznos.
La señorita Noelia, el director y otras madres decoraron el salón donde recibirían a los invitados. Mientras la tía peinó a Caty, su mamá preparó el guardapolvo, y la pequeña repasó unas veces más lo que tenía que leer y salieron todos juntos caminando hacia la escuela bajo los 0 grados de esa mañana helada.
Fueron recibidos con un aplauso, al que Caty respondió con sonrisas mientras se preparaba para ser escolta de la bandera provincial. Luego llegaría el momento más importante: Sebastián Sánchez, el director, leyó la promesa y Caty respondió con un fuerte “¡sí, prometo!”. Todos aplaudieron.
Una vez terminado el acto formal, y de sacarse fotos con todos los asistentes, Caty junto a los invitados disfrutaron del almuerzo preparado con tanto amor y de la torta decorada con los colores patrios, la cual tenía escrito el nombre de la homenajeada.