¿Cuáles son las enfermedades de transmisión canina?

COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - El caso del hombre que murió tras ser atacado por perros callejeros en el Cordón Forestal y las enfermedades de transmisión canina, pone en debate diferentes puntos de vista acerca de qué hacer con la sobrepoblación de perros vagabundos en nuestra ciudad. En este sentido, el concejal José Gaspar, señaló que en "Comodoro hay personas con enfermedades como hidatidosis, leptospirosis y toxocariasis". Enterate qué características tiene cada una y cómo la detectamos.

• La rabia: esta enfermedad, provocada por un Rhabdovirus, ataca a los mamíferos carnívoros. La vía de contagio al ser humano es la mordedura de un perro infectado, que provoca la transmisión del virus a la sangre de la persona atacada. Al producirse la infección, aparecen alteraciones del sistema nervioso central, parálisis y finalmente la muerte. Para controlar la incidencia de esta enfermedad, los perros deben de vacunarse anualmente.

ENFERMEDADES BACTERIANAS

• Leptospirosis: causado por una bacteria del género Leptospira. La bacteria se instala en el organismo de sus huéspedes a través del consumo de agua contaminada por orina infectada provocando en ellos la enfermedad. En el ser humano causa, una sintomatología parecida a una gripe que puede complicarse en meningitis y ocasionar incluso la muerte. Al igual que ocurre con la rabia, la vacunación ha conseguido controlar la leptospirosis de manera radical.

• Enfermedad de Lyme: es la bacteria Borrelia Burgdorferi, presente en las garrapatas duras. A través de la picadura de dicha garrapata, la bacteria puede transmitirse al ser humano provocando, en su primera fase, un eritema migratorio y fiebres recurrentes. En su segunda etapa, que sobreviene largo tiempo después del contagio, hacen su aparición otras complicaciones como artritis, alteraciones del sistema nervioso central y problemas cardiovasculares. En cuanto a la prevención, una correcta desparasitación del perro con collares, pipetas y productos antiparasitarios.

• Fiebre botonosa: ampliamente extendido en los países mediterráneos, tiene también su causa en una bacteria presente en las garrapatas: la Rickettsia Conorii. Los síntomas que provoca en el ser humano son altamente inespecíficos: fiebre, dolores musculares, cefalea,… aunque, en algunas ocasiones, pueden surgir complicaciones si no se detecta a tiempo. La Rickettsia Conorii es también responsable de la enfermedad del tifus.

• Fiebre Q: provocada por la bacteria Coxiella Burnetti. El contagio por parte del ser humano puede producirse por la simple inhalación de aire contaminado causando en su organismo síntomas difusos parecidos a los gripales que, en circunstancias de inmunodeficiencia o debilidad, evolucionan a neumonía, etc. El efecto de una vacunación realizada antes de entrar en contacto con la bacteria es altamente beneficioso en el control de esta fiebre.

ENFERMEDADES PARASITARIAS

• Toxocariasis: El helminto parasitario del perro Toxocara canis es el responsable de esta enfermedad infecciosa causante de la aparición de granulomas en distintos tejidos del ser humano. Ante las infestaciones por este tipo de agentes patógenos, las periódicas desparasitaciones veterinarias son la mejor prevención.

• Cenurosis: En el intestino del perro puede habitar la Taenia Multiceps, cuyos huevos se evacuan en las heces del animal. Una correcta higiene que evite cualquier posible contacto entre las deposiciones de nuestra mascota y los elementos que puedan entrar en contacto con nuestros alimentos es suficiente para evitar la infestación.

• Quiste hidatídico: El perro, por contacto con tierra infectada, puede adquirir el helminto Echinococcus Granulosus, causante de quistes en el hígado. Estos quistes suelen aparecer sin síntomas externos asociados aunque, en caso de complicaciones, requieren cirugía.

Por lo tanto, es más que aconsejable llevar al día el calendario de vacunacion de nuestra mascota, desparasitarle según nos indique el veterinario (normalmente la desparasitación interna se realiza cada 3 meses) y prevenir todo riesgo de infecciones parasitarias con collares y demás productos al efecto; por el bien de nuestro perro y también por nuestra salud.